Un espectáculo hecho por niños danzante de tijeras de Ayacucho se presenta bajo el auspicio de Apuqchurin, grupo que preserva esta ancestral danza.
En un pueblo de nuestra sierra vivía una humilde mujer con su único hijo varón, Manuelcha, para quien el juego era su pasatiempo favorito. Un día mientras recogía leña por encargo de su madre, se acercó jugando hasta una cueva donde se encontró con un misterioso niño que danzaba; la música provenía del fondo de la cueva.
A modo de juego Manuelcha iba imitando a su misterioso amigo hasta que fue aprendiendo su baile, al cabo de un rato el niño misterioso desapareció dejando sus tijeras y un muñeco semejante a él. Manuelcha recoge los objetos y le pide a su madre que le haga un traje similar al del muñeco.
Pasados unos días, Manuelcha se encuentra nuevamente con su amigo misterioso ya convertido en un danzaq y desaparece de su pueblo; al poco tiempo aparecieron otros danzantes similares en varios pueblos.
Dicen que Manuelcha se convirtió en maestro y enseña la danza de tijeras de pueblo en pueblo hasta el día de hoy.
Esta historia se narra en medio de danzas y cánticos realizados por niños. Las dos últimas funciones se realizarán el domingo 5 de diciembre será al mediodía y el domingo 12 de diciembre a las 11 a.m., en El Galponespacio, La Mar 949, Pueblo Libre (altura de la cuadra 7 de la Av. Sucre).
Para más información sobre este espectáculo ingresar a http://warmadanzaq.blogspot.com
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