En su sección 'El Ejemplo de los Santos', el programa 'Diálogo de Fe' recuerda la vida y la obra del misionero San Fransisco Javier.
San Francisco Javier, patrono de todos los misioneros, fue uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia Católica. Por ello fue llamado “el gigante de la historia de las misiones”.
Nació cerca de Pamplona, en España, en 1506. Desde muy joven destacó por sus excelentes cualidades en los estudios, pero Dios lo haría sobresalir en la santidad. Su tarea misionera empezó a los 35 años y murió prematuramente a los 46. Le bastaron esos 11 años para recorrer la India, Japón y otros países.
Su deseo de ir a Japón fue tan grande que decía que si no conseguía banco, “iba a ir nadando”. E gran anhelo de su vida fue misionar y convertir a la gran nación de China, pero allá estaba prohibida la entrada a los blancos de Europa.
Después de muchas peripecias, consiguió que un barco lo llevara, pero solo llegó a la isla desierta de ShangChuan, a 100 kilómetros de Hong Kong, donde fue abandonado. En esas tierras inhóspitas para el cristianismo, murió el 3 de diciembre de 1552 pronunciado el nombre de Jesús.
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