A pesar del tamaño del mercado brasileño, solo el 0.6 % de sus importaciones proviene de Perú. Para revertir esta baja integración, se impulsa el Corredor Multimodal Amazónico Norte, una ruta clave para un comercio directo, ágil y competitivo entre ambos países.
A pesar de que Brasil se erige como una de las principales economías de América Latina, solo el 0.6 % de sus importaciones proviene de Perú, una cifra que subraya la necesidad de fortalecer los lazos comerciales y avanzar en la agenda logística bilateral.
Para ello, se debe promover el desarrollo y consolidación de corredores logísticos multimodales, según destacó Rafael del Campo Quintana, vicepresidente de la Asociación de Exportadores (ADEX).
La problemática actual radica en que el 90 % del comercio bilateral se efectúa vía marítima, principalmente a través del Canal de Panamá y rutas de transbordo por puertos chilenos, lo que se traduce en rutas costosas y lentas. Ante este panorama, Perú busca una alternativa más directa y eficiente.
“El Perú está listo. Pero necesitamos que Brasil lo sepa y lo acompañe. La creación de una nueva infraestructura en nuestra costa y selva abre un mundo de oportunidades y podría generar un comercio directo, fronterizo, más económico y rápido. No podemos seguir dependiendo de rutas marítimas costosas y lentas”, advirtió.
El Corredor Multimodal Amazónico Norte: ¿en qué consiste?
Uno de los pilares fundamentales para esta dinamización es el fortalecimiento del Corredor Multimodal Amazónico Norte. Esta estratégica ruta conectaría:
- Paita (Perú)
- Yurimaguas (Perú)
- Iquitos (Perú)
- Manaos (Brasil)
Para su plena operatividad, se requieren avances significativos en la ejecución de obras clave, incluyendo:
- La construcción del antepuerto de Paita.
- La consolidación del eje vial y fluvial IIRSA Norte.
- La reactivación del plan de concesiones de los puertos fluviales.
- La aceleración de las licitaciones de dragado en zonas críticas para garantizar la navegabilidad durante todo el año en los ríos amazónicos.
- La construcción y rehabilitación de terminales fluviales estratégicos como Sinchicuy, Pucallpa, Saramiriza y Santa Rosa, desde Yurimaguas hasta Tabatinga y Manaos.
Además del componente físico, es crucial abordar el componente institucional, con la Cancillería ayudando a destrabar los cuellos de botella que enfrentan las mercancías peruanas en territorio brasileño debido a exigencias aduaneras y sanitarias.
Impacto y beneficios regionales
El impacto de este corredor no solo será comercial, sino también productivo. Diversas regiones peruanas se verían directamente beneficiadas, permitiendo que sus productos lleguen a los estados del norte de Brasil, los cuales representan el 6.28 % de su Producto Bruto Interno (PBI):
- Amazonas: aceite de palma, sacha inchi.
- Cajamarca: tara, menestras.
- Lambayeque: espárragos, uvas, arándanos, limón, páprika, frijol, maracuyá, confecciones.
- Loreto: camu camu y derivados.
- Piura: pota congelada, merluza, jurel, perico, caballa, concha de abanico, fosfato de calcio, uva, frijol.
- San Martín: aceite de palma, palmito, aceite de sacha inchi, stevia.
Rafael del Campo enfatizó que estos corredores deben verse como "motores de desarrollo" que atraen inversiones y conectan regiones, potenciando el flujo fronterizo con instrumentos como la Zona Económica Especial de Paita y futuras Zonas Económicas Especiales Privadas.
El mercado brasileño, con 212 millones de habitantes, valora productos sostenibles, con valor agregado, buena relación calidad-precio y origen confiable.
El actual contexto comercial y los retos pendientes
A pesar del potencial, la balanza comercial entre ambos países en 2024 fue negativa para Perú en -$ 1,831 millones. Mientras los envíos peruanos ascendieron a $ 1,642 millones (principalmente minería, hidrocarburos y minería no metálica, con productos como cátodos de cobre y aceites crudos de petróleo), las importaciones desde Brasil rondaron los $ 3,474 millones (incluyendo aceites de petróleo, vehículos de carga y tractores).
Es de notar que solo el 17 % de las exportaciones a Brasil en 2024 utilizaron el puerto de Iquitos. Un sistema fluvial eficiente podría haber transportado $ 240 millones o 47 % más de carga que la enviada por el Callao desde Iquitos en 2023.
Aunque Perú ha realizado avances normativos para facilitar el comercio bilateral, como la Ley de Cabotaje y su Reglamento, la materialización de este potencial requiere voluntad política y coordinación binacional para que el comercio fluya con eficiencia.