La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que entre dos y tres millones de jóvenes en América Latina y el Caribe han salido de la fuerza laboral.
En Latinoamérica la tasa de desempleo de los jóvenes de entre 15 y 24 años llegó a 23.8% en el primer trimestre del 2021, alcanzado el nivel más alto registrado, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Al mismo tiempo la tasa de participación laboral juvenil cayó a 45.6%, lo que significa que a inicios de año entre dos y tres millones de jóvenes en América Latina y el Caribe han salido de la fuerza laboral.
“La población joven está entre los que más padecen con mayor intensidad las consecuencias sociales y económicas de la pandemia en la región, y harán frente a los efectos de la misma en los próximos años de su vida laboral, corriendo el riesgo de pasar a constituir una generación del confinamiento”, comentó Vinícius Pinheiro, director de OIT para América Latina y el Caribe.
El representante de la OIT señaló que entre los jóvenes se han visto afectados con la interrupción de sus programas educativos y de puente hacia el mercado de trabajo, la pérdida de empleo y de ingresos, y la perspectiva de enfrentar mayores dificultades para encontrar una ocupación en el futuro.
“Aunque la demanda de empleo comience a evidenciar un comportamiento más favorable de la mano de un mayor dinamismo económico, las oportunidades de empleo para los jóvenes continuarán estando muy restringidas”, señalan.
Cabe mencionar que antes de la pandemia, la elevada incidencia de la informalidad ya afectaba a seis de cada 10 jóvenes trabajadores.
Por ello, Pinheiro señala que para desactivar este profundo impacto causado por la pandemia, será necesario contar con estrategias específicamente destinadas a mejorar el empleo juvenil.
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