Los envíos peruanos sumaron US $950 millones 551 mil en los primeros seis meses de este año.
Hoy Brasil se convierte en nuestro rival deportivo, en las eliminatorias por el Mundial 2026, pero esto no significa que sostenga malas relaciones con Perú en temas comerciales. De hecho, el Gigante Sudamericano es el segundo destino de nuestras exportaciones en Latinoamérica, después de Chile.
Por información de la Asociación de Exportadores (ADEX), solo el año pasado las exportaciones peruanas a Brasil sumaron US$ 1 639 189 000, “la cifra más alta registrada históricamente”, y representó 43.6 % más de lo enviado el 2021.
Para este año, las exportaciones peruanas en los primeros seis meses del año registraron un aumento de 20.8 % a comparación del mismo periodo del año pasado, gracias a la demanda brasileña de hidrocarburos y cobre.
Aunque las exportaciones se incrementan, en el primer semestre del 2023, la balanza comercial con Brasil fue negativa para Perú pues mientras los envíos ascendieron a US$950 millones 551, las importaciones superaron los 1,902 millones 562 mil.
El gremio empresarial señaló que Brasil es una de las economías más importantes del mundo, pues al cierre del 2022, su Producto Interno Bruto (PBI) rodeó los US$ 1,924 millones, cifra mayor en 2.9% al 2021. Además, tiene una población de más de 215 millones 586 mil.
¿Qué nos compra Brasil?
Adex informó que el sector tradicional agrupó el 70.9% del total despachado (US$ 673 millones 953 mil). Los hidrocarburos lideraron este segmento con US$ 351 millones 251 mil, seguido por la minería (US$ 316 millones 917 mil) y la pesca primaria (US$ 5 millones 784 mil).
En el caso de los hidrocarburos, lo más demandado fueron gasolinas sin tetraetileno de plomo con US$ 216 millones 183 mil, cátodos de cobre refinado (US$ 164 millones 970 mil), aceites crudos de petróleo (US$ 122 millones), los demás minerales de cinc y sus concentrados (US$ 90 millones 251 mil) y minerales de cobre y sus concentrados (US$ 27 millones 909 mil).
En tanto los de valor agregado (US$ 276 millones 597 mil), representaron el 29.1% restante. El rubro más importante fue la minería no metálica con US$ 99 millones 490 mil, seguido del químico (US$ 58 millones 362 mil) y la agroindustria (US$ 31 millones 842 mil).
Otros fueron las confecciones (US$ 29 millones 839 mil), siderometalurgia (US$ 27 millones 557 mil), metalmecánica (US$ 11 millones 432 mil), pesca para CHD (US$ 8 millones 062 mil), textil (US$ 7 millones 333 mil) y varios (US$ 2 millones 678 mil).
Este portafolio fue integrado por fosfatos de calcio natural (cerca de US$ 76 millones), antracitas (US$ 20 millones 509 mil), hidróxido de sodio (US$ 12 millones 664 mil), aceitunas preparadas (US$ 11 millones 829 mil), barras de hierro o acero (US$ 9 millones 703 mil) y los demás t-shirts (US$ 8 millones 149 mil).
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