Al rededor del 60 % de micro, pequeñas y medianas empresas operan desde la informalidad, por lo que presentan limitantes en el acceso a servicios financieros, protección legal y oportunidades de crecimiento. ¿Por qué no se formalizan?
La informalidad de los micronegocios es un reto para las autoridades peruanas, ya que en el país hay muchas barreras que impiden generar un cambio. Frente a ello, Mibanco, en colaboración con Ipsos, elaboró un informe para analizar cuáles son las barreras que enfrentan los emprendimientos al formalizarse, los beneficios percibidos y las expectativas de sus propietarios.
En este análisis, se encuestó y entrevistó a 1,200 micronegocios con menos de 10 trabajadores que pertenecen a diferentes sectores, revelando datos importantes y recomendaciones para mejorar el panorama de la informalidad.
Las cifras de la informalidad en los micronegocios
Las micro, pequeñas y medianas empresas representan el 99.4% de las empresas en Perú y generan el 61.4% del empleo. Sin embargo, alrededor del 60% de estas operan en la informalidad, lo que limita su acceso a servicios financieros, protección legal y oportunidades de crecimiento.
De estos emprendimientos, el 88% de los dueños encuestados expresó su interés en formalizarse, debido a lo siguiente.
- El 70% de los encuestados considera que la formalidad podría mejorar la imagen de su negocio y atraer nuevos clientes.
- El 32 % considera que el acceso a financiamiento es un incentivo clave para formalizarse.
- La mayoría (86%) admite no estar completamente preparada para este proceso, señalando la necesidad de mayores incentivos y apoyo.
No obstante, hay limitantes en este proceso: las barreras económicas y burocráticas son los mayores obstáculos para los microempresarios.
- El 64% considera a los altos costos de formalización y la pérdida de ingresos como limitantes.
- El 60% percibe que los trámites ante la Sunat y las municipalidades son excesivamente complejos.
- Muchos sienten una falta de apoyo institucional: solo el 15% considera que la Sunat apoya a los pequeños negocios, en contraste con el 37% que valora el respaldo del sector financiero privado.
En medio de este contexto de informalidad, el informe de Mibanco resalta que el perfil del microempresario influye en la capacidad de formalización.
El 67 % de dueños encuestados son mujeres y el 33 % son varones; sin embargo, los hombres y quienes pertenecen a niveles socioeconómicos más altos reportan mayores ingresos, lo cual facilita su proceso hacia la formalidad.
Esta premisa revela una desigualdad que afecta a las mujeres microempresarias, quienes enfrentan mayores dificultades para acceder a recursos financieros y formales.
¿Cómo disminuir las cifras de informalidad?
La informalidad no solo afecta la estabilidad de los negocios, sino que también limita su capacidad de crecer y competir, ya que los factores como la delincuencia y la falta de capital obstaculizan el desarrollo de los micronegocios.
El estudio destaca que el acceso a financiamiento es un reto constante para estos empresarios, pues muchos temen endeudarse debido a las altas tasas de interés, lo cual perpetúa el círculo de baja inversión y crecimiento limitado.
Frente a ello, el estudio recomienda que el Estado y el sector privado deben trabajar en conjunto para reducir las barreras hacia la formalización.
Javier Ichazo, gerente general de Mibanco, conversó con RPP sobre el tema y mencionó que: "El proceso de formalización es engorroso, complejo. Hay un porcentaje de gente que tiene solo educación primaria y se le hace más complejo realizar los trámites. Trabajando en conjunto, podemos visibilizar la realidad para poner manos a la obra. Por nuestro lado, tratamos de promover alianzas con los gremios, pero sí es una tarea pendiente articular más cosas con el Gobierno".
La simplificación de trámites, la reducción de costos y la oferta de asesoría personalizada pueden incentivar a más negocios a formalizarse. Mientras que, el sector financiero privado también juega un rol crucial al diseñar productos adaptados a las necesidades de los microempresarios.
Derribar las barreras que limitan el proceso de formalización podría beneficiar a los emprendedores y fortalecer la economía del país al crear un entorno de negocios más inclusivo y competitivo.
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