El Banco Mundial señala que la region se encuentra en una encrucijada ante el impacto de la pandemia, la cual posiblemente revirtió décadas de avances sociales.
Alrededor de 4.7 millones de personas que estaban en la clase media pasaron a situación de vulnerabilidad o pobreza en América Latina y el Caribe debido al impacto económico de la pandemia de COVID-19, según un informe del Banco Mundial (BM).
Esta situación significa que ahora la clase media representa al 37.3% de la población en la región, mientras que la clase vulnerable creció al 38.5% y la pobreza alcanzó al 21.8%.
La clase media está conformada por quienes ganan entre US$ 13 y US$ 70 al día, y los vulnerables tienen ingresos de entre US$ 5,50 y US$ 13 diarios, mientras que los pobres subsisten con US$ 5,50 al día por persona.
Según el informe, el impacto es aún más dramático si el efecto de un programa de transferencias sociales de carácter masivo y temporal en Brasil se excluye de las proyecciones. Sin ese efecto se estima que un total de 12 millones de personas en la región perdieron su lugar en la clase media en 2020.
Igualmente con el nivel de pobreza. A nivel regional, se estima que hubieron 400,000 menos pobres en 2020, pero sin el efecto compensador de Brasil se calcula que unas 20 millones de personas cayeron en la pobreza durante el año pasado.
Para el Banco Mundial, la region se encuentra en una encrucijada ante el impacto de la pandemia que posiblemente revirtió décadas de avances sociales.
"Las ayudas de emergencia mediante transferencias en efectivo que ayudaron a mitigar el impacto de la pandemia no serán sostenibles por mucho tiempo; así, la región debe avanzar con políticas que aseguren una recuperación firme y den lugar a un crecimiento más sostenible, resiliente e inclusivo que combata la pobreza y la desigualdad persistentes ", comentó el vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, Carlos Felipe Jaramillo.
Por su parte, Ximena Del Carpio, gerente de la Práctica de Pobreza y Equidad del BM, señala que los que estaban peor desde un principio probablemente sean los más afectados, y esto exacerbará la desigualdad en el ingreso en una región de por sí muy desigual.
"El acceso a servicios básicos como electricidad, agua adecuada, saneamiento e incluso Internet se ha vuelto aún más esencial bajo las medidas de confinamiento", aseguró.
Ante esto, la entidad advirtie que los programas de protección social deberían reevaluarse para ajustar su alcance e incorporar nuevos beneficiarios.
(Con información de Reuters).
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