El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyecta que acabar con la pandemia de la COVID-19 tendría un costo de US$ 50,000 millones y generaría beneficios globales por US$ 9 billones.
Acabar con la pandemia de la COVID-19 implicaría un costo de US$ 50,000 millones a nivel mundial, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Pese a la alta cifra, se calcula que esta inversión para superar la crisis generaría beneficios globales por US$9 billones para fines del 2025. Esto, según el análisis, sería “la inversión pública de mayor rendimiento jamás realizada”.
Con esto se estima que el retorno sería de 180 a uno, es decir, por cada US$ 1 que inviertan los países para terminar con la pandemia, recibirían unos US$ 180.
El 40% de las "ganancias" que se obtendrían en la lucha contra la COVID-19 irían a países desarrollados, que verían un aumento de US$1 billón en ingresos tributarios y una expansión de sus economías.
¿Cuál es el plan del FMI?
Esta financiación de US$ 50,000 millones, propuesta por el FMI, se distribuiría en tres objetivos principales: alcanzar las metas de vacunación establecidas; asegurarse contra riesgos a la baja; y manejar el limitado suministro de vacunas.
Para el primer objetivo se debe inmunizar por lo menos al 40% de la población global para finales de 2021, y 60% para junio de 2022. Pero, para lograrlo se requiere de una subvención adicional por US$4,000 millones para el mecanismo Covax.
Además será necesaria la donación de vacunas excedentes por parte de los países ricos que tenían cerca de 1,000 millones de dosis disponibles hasta mayo.
Para el segundo objetivo se requiere realizar nuevas inversiones para diversificar y aumentar la capacidad de producción de vacunas en al menos 1,000 millones de dosis para inicios de 2022 para protegerse contra riesgos adversos como las nuevas cepas, y ampliar la vigilancia genómica y la vigilancia sistémica de la cadena de suministro. Esto tiene un costo aproximado de US$ 11,000 millones.
Por último, el tercer objetivo que plantea el FMI está relacionado con la capacidad de manejar un suministro de insumos y vacunas limitado. Por ello será necesario invertir en total unos US$30,000 millones para garantizar la capacidad de hacer pruebas diagnósticas masivas, garantizar medidas de salud pública y desplegar las campañas de vacunación.
Cabe mencionar que, según el informe del FMI, el financiamiento de todo el plan se haría de la siguiente manera: US$ 35,000 millones deberían aportarlos los países y US$ 15,000 millones deberían ser tramitados mediante los mecanismos de financiamiento en bancos de desarrollo.
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