¿Un trabajador puede ser despedido por estar en estado de ebriedad?

El año pasado la Corte Suprema declaró infundada la solicitud de un trabajador, que pedía su reposición y el pago de remuneraciones, tras ser despedido por laborar en estado de ebridad. Pese a esto, algunos especialistas laborales indican que la ingesta de alcohol dentro del centro de trabajo no es precisamente causal de despido.

Entonces, ¿en qué casos tomar alcohol en el trabajo puede generar un despido justificado?

En este caso, en la asación Laboral No. 26374-2019-Arequipa el trabajador operaba una maquinaria pesada y se calificó la situación como una "falta grave" acorde con la Ley de Productividad y Competitividad Laboral.

Para este caso se tuvo en cuenta como causal de despido la concurrencia reiterada al centro de trabajo en estado de embriaguez o bajo la influencia de drogas o estupefacientes.

Esta misma ley indica que aunque no sea reiterada esta acción de laborar en estado de ebriedad, se aplica la misma justificación de despido "cuando por naturaleza de la función o del trabajo revista excepcional gravedad"

En el caso señalado se cumplía lo anunciado pues el trabajador desvinculado, que pedía reposición, operadaba una maquinaria pesada y ponía en riesgo la vida de otros trabajadores.

Para otros casos, cuando el trabajador se embriaga en el centro de labores, pero ya había concluído con su labor se indica que el despido no necesariamente es válido.

En el 2016, un trabajador técnico electricista se encontraba realizando un servicio en Cajamarca se dirigió junto a sus compañeros a su lugar de origen (Trujillo) en la camioneta de la compañía, junto a otros compañeros. En el camino consume un “trago macerado” y luego del hecho el auto que los transportaba, que iba manejado por el trabajador, resulta impactado.

Por el hecho mencionado la empresa disvincula al trabajador usando como justificación la Ley de Productividad y Competitividad Laboral, lo cual hace que el trabajador inicie un proceso ante el Poder Judicial.

La Corte Suprema declaró fundado el pedido del trabajador, que solicitaba la nulidad de su despido, indicando que "no puede imputársele falta grave que amerite su despido".

Según indicaron, el empleado cumplió con ejecutar el servicio encomendado, entregando las órdenes al supervisor encargado, sin que tal ejecución lo hubiera realizado en estado de embriaguez, versión que no ha sido rebatida por la empresa.

Agregaron que la gravedad se daría si el trabajador despedido hubiera sido el mismo que conducía el vehículo en estado de embriaguez, pero al no ser así no se encontró un justificantes para la desvinculación.