"Tenía esta bella bebé y no podía verla a la cara. No podía cargarla, no podía cantarle y no podía sonreírle. Lo único que quería hacer era desaparecer y morir".
La siempre bella, Brooke Shields, siempre ha sido muy
abierta en lo que respecta a la depresión post parto que experimentó, hace
algunos años. Pero, en nuevas y reveladoras declaraciones, la actriz estadounidense
contó cuán hondo fue su sufrimiento.
Shields, de 44 años de edad, habló sobre el estigma que tiene la depresión y acerca de su experiencia personal, batallando contra la enfermedad, tras recibir un galardón de parte de la entidad, 'Hope for Depression Research Foundation', en Manhattan.
"Creemos y sentimos que deberíamos lidiar con la depresión nosotros solos. Siempre he sido lo suficientemente fuerte para superar cada situación difícil en mi vida. Crecí en un ambiente negativo: mi madre era alcohólica y eso está en mi sangre, pero sabía que nunca sucumbiría a eso", dijo Brooke, quien es madre de dos niñas: Rowan (6) y Grier (3).
Después de una pérdida y siete intentos por quedar embarazada con fertilización In Vitro, la actriz dio a luz a Rowan, en el 2003, junto a su esposo, el escritor de TV, Chris Henchy.
"Finalmente tenía esta bella bebé y no podía verla a la cara", dijo, debido a la depresión que sentía.
"No podía cargarla, no podía cantarle y no podía sonreírle. Lo único que quería hacer era desaparecer y morir", añadió.
Y es que, en los peores momentos de su depresión, Brooke creía que ella "no debía existir porque su bebé estaría mejor sin ella".
Finalmente, Shields buscó ayuda con un doctor que la diagnosticó con un desbalance químico.
Shields, de 44 años de edad, habló sobre el estigma que tiene la depresión y acerca de su experiencia personal, batallando contra la enfermedad, tras recibir un galardón de parte de la entidad, 'Hope for Depression Research Foundation', en Manhattan.
"Creemos y sentimos que deberíamos lidiar con la depresión nosotros solos. Siempre he sido lo suficientemente fuerte para superar cada situación difícil en mi vida. Crecí en un ambiente negativo: mi madre era alcohólica y eso está en mi sangre, pero sabía que nunca sucumbiría a eso", dijo Brooke, quien es madre de dos niñas: Rowan (6) y Grier (3).
Después de una pérdida y siete intentos por quedar embarazada con fertilización In Vitro, la actriz dio a luz a Rowan, en el 2003, junto a su esposo, el escritor de TV, Chris Henchy.
"Finalmente tenía esta bella bebé y no podía verla a la cara", dijo, debido a la depresión que sentía.
"No podía cargarla, no podía cantarle y no podía sonreírle. Lo único que quería hacer era desaparecer y morir", añadió.
Y es que, en los peores momentos de su depresión, Brooke creía que ella "no debía existir porque su bebé estaría mejor sin ella".
Finalmente, Shields buscó ayuda con un doctor que la diagnosticó con un desbalance químico.
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