El actor estadounidense se ha desarrollado como actor y director en la industria de Hollywood y, a pesar de tener 90 años, sigue "al pie del cañón".
El veterano actor Clint Eastwood está cumpliendo 90 años este 31 de mayo. Desde que inició en el mundo del cine con películas del viejo oeste, se coronó como uno de los mejores y hasta el día de hoy, sigue dando de qué hablar.
Llegó a Hollywood como el "Hombre sin nombre" pero marcó huella. El estadounidense considerado como un ícono del cine, sigue activo ya que acaba de dirigir su última película mientras se mantiene fiel a su eterno discurso contra la corrección política.
Con su mirada impenetrable y actitud de tipo duro, Eastwood inmortalizó al antihéroe más popular del "spaguetti-western" y pasó a la historia gracias a "The Good, the Bad and the Ugly" (1966), hazaña que repetiría al encarnar al implacable inspector de policía Harry Callahan que le establecería como nuevo mito del cine.
Con cinco premios Óscar, otros cinco Globos de Oro, más la Palma de Oro de Cannes y el León de Oro de Venecia, el cineasta podría retirarse tras haber alcanzado todos los honores posibles como actor, director y productor, sin embargo, con las ganas que tiene de hacer cine, parece que eso no se dará.
DE ACTOR DE ACCIÓN A DIRECTOR DE SENTIMIENTOS
El primer filme de la compañía de Eastwood fue "Hang 'Em High" (1968), que costeó con los beneficios de las cintas anteriores y cosechó aclamo de la crítica.
Al tiempo, el estatus que gozaba le llevó a trabajar con Don Siegel, para quien encarnó al policía Harry "Dirty" Callahan en "Dirty Harry", papel estrenado en 1971 que repitió en cuatro secuelas a lo largo de la década.
El mismo año Eastwood debutó como director con el thriller "Play Misty for Me", que anticipaba su interés por los sentimientos y la psicología. Pudo haber encadenado otro papel mítico en esa década, el de James Bond, pero lo rechazó porque el agente 007 debía tener acento británico.
A partir de los años 1980 se centró en su faceta de director con éxitos como "Pale Rider" (1985) y "Heartbreak Ridge" (1986) que se combinaron con su interés por proyectos pequeños y temáticas minoritarias que lo apartaron del foco mediático.
Consiguió romper la etiqueta de "cine para machos" con "Bird" (1988), la biografía sobre Charlie Parker que ganó el Globo de Oro a la mejor dirección, y "The Bridges of Madison County" (1995), que descubrió una faceta de romántico junto a Meryl Streep.
A lo largo de las décadas Eastwood ha sabido mantenerse relevante: Ganó dos Óscar, a la mejor película y al mejor director, por "Unforgiven" en 1992 y doce años después repitió gracias a "Million Dollar Baby". "Gran Torino" (2008), "Invictus" (2009) "American Sniper" (2015) y "Sully" (2016) son sus éxitos más recientes.
(Con información de EFE)
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