A sus 23 años, Dove Cameron es estrella de Disney, pero no es la típica princesa. La actriz de "Descendientes 3" cuenta su propia historia de lucha contra la depresión y ansiedad.
Dove Cameron es estrella de la fábrica Disney, pero no es la típica princesa. Lleva tatuajes y expresa sus opiniones sin filtro. A sus 23 años, ha vencido a la depresión, ha aceptado la ansiedad como parte de ella misma y protagoniza "Descendientes 3", película que suena a despedida.
"Me encanta hablar con la gente", expresa y lo demuestra contando su historia, particular y cargada de altibajos. Con 14 años vivió un divorcio en casa y una mudanza de ciudad y, más tarde, el suicidio de su padre.
Con el paso del tiempo ha sufrido episodios depresivos, ansiedad e inseguridad, todo mezclado con ese cóctel llamado fama. "Definitivamente, (sufrir) me ha hecho más fuerte. Me gustaría decir que ha sido fácil y que estar en este mundo no me afectó, pero...", sopesa Dove Cameron quien no tiene problema en abrirse a la hora de abordar sus problemas.
"No sé si alguna vez has estado enfrente de mucha gente y has sentido pánico. Muchas veces tienes ansiedad y un día horrible, pero te encuentras con personas que saben quién eres y es maravilloso, aunque te puede causar más ansiedad, porque te quieres esconder, pero no siempre puedes con este trabajo", reflexiona la estrella de "Descendientes".
UNA CHICA DISNEY
Dove Cameron saltó a la fama gracias a la serie de Disney Channel "Liv & Maddie" y, desde entonces, siempre ha estado ligada, de una manera u otra, a Disney. Siendo la trilogía "Descendientes" su más grande proyecto, al cual le dice adiós.
"Siento que esta tercera película ─si eres fan, va a ser tu favorita─ es como despedirme de Disney, aunque en el fondo nunca le diré adiós. Es como graduarse en el instituto o salir al mundo real", bromeó la actriz que interpreta a Mal, hija de Maléfica, en la cinta sobre los hijos de villanos.
Despedirse del personaje de Mal, como lo fue decir adiós a Liv & Maddie", ha sido "parecido a una ruptura", como si le hubieran "roto el corazón", aunque no siente que haya dejado nada atrás ni que su vida vaya a dar un gran giro.
"Ahora quiero pensar en mí y en lo que quiero hacer", matiza la estrella de Disney. De lo que ya no se puede librar es del papel de modelo a seguir para los millones de niños que la idolatran y que ven en ella un ejemplo no convencional.
MODELO A SEGUIR QUE NO ESCONDE SU INSEGURIDAD
"Sentía presión cuando era más joven porque creía que solo había una definición de ser un modelo a seguir. Pensaba que iba a tener problemas en adaptarme porque pensaba que ser un modelo era ser una persona muy serena, muy dulce, no levantar mucho la voz, no decir cosas que pudieran molestar", expone Dove Cameron.
La actriz de "Descendientes 3" huye de ese boceto que retrata. Se explaya sin tapujos en sus propias opiniones, lleva tatuajes, le gusta vestir de oscuro y reivindica con rabia la belleza del cuerpo femenino. En Instagram le siguen más de 30 millones de personas. Es ahí cuando vuelve a salir la palabra: ansiedad.
"Tenía miedo de las redes sociales porque me gusta interactuar con la gente, pero soy una persona ansiosa y tener tantos seguidores que ven lo que haces, es un cumplido, pero también me daba ansiedad, sobre qué hacer o no. Ahora entiendo el poder de estas herramientas, con tanta gente que me dice cosas bonitas ahí", advierte la estrella de Disney.
"Me dicen que para sus hijos soy un ejemplo por hablar de cosas que realmente importan", sentencia antes de retomar su discurso sobre el estrés, el nerviosismo y la inseguridad.
"Hay mucha gente joven que lo sufre y creo que hay que incidir en esto, porque es algo normal de lo que hace décadas no se hablaba. No lo tenemos que esconder", apuntó Dove Cameron quien señala como su propósito en la vida es disfrutar del tiempo y encontrar el amor y la felicidad. (EFE)
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