El complejo, valorado en 15 millones de dólares, está situado cerca del barrio Silver Lake de Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos.
Katy Perry ha amasado millones de fans en todo el mundo, pero no ha logrado conquistar a dos monjas que se niegan a venderle su antiguo convento en Los Ángeles, donde la estrella del pop estadounidense quiere vivir.
El complejo, valorado en 15 millones de dólares, está situado cerca del barrio Silver Lake de Los Ángeles, en la costa oeste de Estados Unidos.
Dos de cinco monjas, de entre 77 y 88 años, que vivieron en el convento, plantearon una demanda desafiando la autoridad de la arquidiócesis para vender la propiedad, llamada California Institute of the Sisters of the Most Holy and Immaculate Heart of the Blessed Virgin Mary.
Las demandantes alegan que la arquidiócesis cambió unilateralmente los estatutos del convento, según los cuales ellas, Rita Callanan (77) y Catherine Rose Holzman (86), fueron elegidas "como la única autoridad para enmendar las normas del convento, elegir autoridades y vender propiedades del instituto".
Perry ha visitado a las monjas, les cantó y les contó que espera vivir en la propiedad junto a su madre y abuela.
Pero las dos monjas se siguen negando a vender el convento a Perry, quien creció en un hogar cristiano protestante, pero se ha convertido en el símbolo y activista de los derechos de los homosexuales.
Callanan indicó recientemente al diario Los Ángeles Times que vio los videos de Perry en internet. "Por decirlo de alguna forma, no estuve feliz con ninguno de ellos".
Las dos monjas prefieren vender la propiedad a la restauradora Dana Hollister. Sin embargo, la arquidiócesis indicó que ofertó pagar sólo 44 mil dólares por adelantado, sin promesa de hacer más pagos a las monjas por otros tres años.
La institución aclaró en un comunicado que las otras tres monjas apoyan la venta a Perry. "La arquidiócesis está comprometida con el cuidado y bienestar" de las hermanas, "ahora y en el futuro".
Andina
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