Durante un evento benéfico para una casa de infancia en la comunidad de Lesotho, Africa, el príncipe Harry recordó el fallecimiento de su madre Diana de Gales y el impacto que este hecho tuvo en su vida.
Luego de la tragedia que cayó sobre el pueblo inglés con la muerte de la princesa Diana en 1997, pocas an sido las veces en las que la familia real se ha dado la libertad de hablar de la experiencia personal y emotiva tras la muerte de la "Princesa del pueblo".
Ha sido su hijo Harry, quien ha dado las primeras luces de un evento que cambió sus vidas para siempre.
"Siempre supe que había un hueco en mi familia que jamás podría ser llenado", relató un melancólico Harry durante un evento benéfico de apertura del Centro infantil Mamohato de la localidad de Lesotho en África.
Las palabras llegaron ´durante el viaje que Harry desarrolla por diversas comunidades africanas a favor de la infancia de territorio afectado por problemas sociales como la falta de empleo y el VIH.
"Los niños del centro eran más jóvenes que yo y por supuesto su situación era más desafiante que la mía Sin embargo compartimos el mismo sentimiento de pérdida, de tener a un ser querido, en mi caso mi madre, apartada de nuestro lado tan repentinamente".
Ha sido el sentido filantrópico de su madre el que ha llevado a Harry a continuar su trabajo a favor de los más necesitados. "Mi madre trabajó por ello y es el tiempo que realmente uno valora como experiencia de aprendizaje", señaló un conmovido Harry.
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