La cantante británica dijo sentirse afortunada de no haber corrido la misma suerte que su amiga, la intérprete de ´Rehab´.
La estrella del pop Lily Allen se sintió afortunada de haberse librado de las adicciones y no haber corrido la misma suerte que su amiga, la fallecida cantante Amy Winehouse.
"Yo salí varias noches con Amy y sé exactamente lo que solía hacer. Es muy fácil quedar atrapado en esta locura”, dijo al diario The Sun.
La intérprete de “Smile”, aseguró que cuando murió Amy, varios de sus amigos le escribieron para comentarle que estaban felices de que ella no fuera la protagonista de esa triste historia.
"De hecho cuando Amy murió recibí un montón de sms de amigos diciéndome que estaban felices porque yo estuviera todavía aquí. Que yo no hubiera muerto también. Es fácil quedarte enganchada y me siento afortunada por haber sido lo suficientemente fuerte para haber salido", agregó.
Allen está actualmente embarazada y pasa ahora la mayor parte de su tiempo en Cotswolds, en el centro de Inglaterra, con su marido Sam Cooper, y disfruta su vida lejos de los escándalos.
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