Torben Ulrich falleció a los 95 años. Además de haber sido un destacado tenista y escritor; fue considerado el mayor crítico de Metallica.
El baterista de la banda Metallica, Lars Ulrich, comunicó el sensible fallecimiento de su padre, Torben Ulrich, de 95 años. En un emotivo mensaje compartido en sus redes sociales, el músico dedicó algunas palabras al tenista, escritor y crítico de arte danés.
"Torben Ulrich: 1928-2023. 95 años de aventuras, experiencias únicas, curiosidad, desafiando límites, cuestionando el statu quo, tenis, música, arte, escritura... y un buen toque de actitud contraria danesa. ¡Gracias infinitas! Te quiero, papá", publicó.
Su padre era considerado el mayor fanático y crítico de Metallica. Basta recordar la escena del documental Some Kind Of Monster, en el que expresó su opinión directa acerca del álbum St. Anger (2003).
Tenis y música
Torben brindó apoyo constante a su hijo, inicialmente alentándolo a seguir una carrera en el tenis. A pesar de ello, Lars siguió su pasión por la música, fundando Metallica y convirtiéndose en un ícono influyente en la historia del rock.
Además de su incursión en el tenis, Torben tuvo mucho interés en hacer música. En 2021, lanzó un álbum de jazz titulado Oakland Moments: Cello, Voice, Reuniting (Rejoicing), colaborando con la violonchelista y compositora Lori Goldston.
En una entrevista concedida en 2005, Torben compartió su perspectiva sobre la elección de Lars de seguir la música en lugar del tenis, destacando la importancia de que su hijo siguiera su propio camino.
"Lo más importante era que hiciera lo que él considerara su elección, no la nuestra. Pero para que él lo tuviera más claro, lo animamos a dejar Dinamarca durante un año y viajar a Florida, a un lugar llamado Nick Bollettieri Tennis Academy. Fue allí cuando tenía 13 o 14 años. En ese momento, estaba muy interesado en el tenis, pero también le apasionaba la música", declaró.
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La infancia independiente de Lars Ulrich
Lars Ulrich, por su lado, dijo que creció en un ambiente muy abierto, independiente y lleno de cultura. Resaltó la gran influencia de padre para dedicarse al arte, pues siempre estuvo rodeado de música y conectado con figuras destacadas del jazz.
"Crecí en un entorno tan abierto como puedes imaginar. Los estadounidenses lo llamarían mimado. Pero era muy independiente. No tenía nada que me atara. Al mismo tiempo, todo lo que quería tenía que conseguirlo por mí mismo. Era 1975 y quería ir a ver a Black Sabbath. Según mis padres, podía ir a ver a Black Sabbath 12 veces al día. Pero tenía que buscar mis propios medios, llevar el periódico o lo que fuera, para conseguir el dinero para comprar las entradas. Y tenía que encontrar mi propio camino al concierto y de regreso. Desde ese punto de vista, me dejaban bastante solo. Pero en términos de cultura, siempre había cosas sucediendo en casa", dijo el baterista.
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