La candidata de Canadá intentaba ingresar a China para participar de la final del certamen Miss Mundo a realizarse en la ciudad de Sanya.
La representante de Canadá para Miss Mundo y activista por los derechos religiosos, Anastasia Lin, acusó hoy al Gobierno chino de querer silenciar sus críticas al régimen comunista tras denegarle la entrada al país para concursar en la final del certamen de belleza.
Lin, quien permanece desde este jueves en Hong Kong después de que Pekín le denegara el visado para acudir a la ciudad china de Sanya, donde se celebra el concurso, lamentó en una rueda de prensa en Hong Kong que el Gobierno haya ofrecido el silencio como respuesta a su situación.
Conocida por su activismo a favor de los derechos humanos y seguidora del grupo religioso Falun Gong -prohibida en China, donde se considera una secta peligrosa-, Lin pidió la colaboración ciudadana, de los medios de comunicación y de su Gobierno para forzar a las autoridades chinas a que revelen los motivos por los que ayer se le negó su visado para acceder al país.
"No debería defender esta batalla yo sola", dijo Lin, una modelo y actriz de 25 años nacida en la provincia china de Hunan, pero que emigró a Canadá junto con su madre a los 13 años.
Lin reclamó al Gobierno canadiense una mayor implicación para defender su presencia en el concurso y afirmó que, tras el apoyo inicial, las autoridades de su país no demostraron más interés por su caso.
Para Miss Canadá, el rechazo de Pekín se debe a sus públicas expresiones sobre la violación de derechos fundamentales en China y su vinculación a la práctica espiritual Falun Gong, perseguida por el Gobierno chino desde 1999.
Lin acusó al Gobierno de Pekín de tener miedo y de ocultar los motivos políticos detrás de su decisión de negarle el visado, que calificó de "castigo a su forma de pensar y expresarse". Además, denunció que la estrategia de presión por parte del Gobierno de Pekín también alcanzó a su padre, quien todavía reside en Hunan.
La aspirante canadiense prevé permanecer varios días en Hong Kong, donde asegura haber recibido un fuerte respaldo por parte de la sociedad y desde donde ha intentado, por última vez, asistir al concurso.
El primer encontronazo con el Gobierno chino se produjo el pasado 20 de noviembre, después de que se conociera que había sido la única concursante que no había recibido ningún visado por anticipado ni la carta de invitación para acudir al certamen.
La final del concurso de este año tiene lugar en Sanya, una ciudad turística de la isla de Hainan, y la coronación de la nueva Miss Mundo tendrá lugar el 19 de diciembre. EFE
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