La actriz murió a los 60 años, luego de retomar el papel de luchadora intergaláctica que la hizo parte de la historia mundial del cine.
Desde una galaxia muy, muy lejana, llegó a las pantallas de cine, Leia Organa, la primera princesa guerrera que, en lugar de llevar un cetro, usaba armas letales.
Este personaje fue interpretado por la actriz Carrie Fisher, quien murió hace exactamente un año, luego de su retorno triunfal a la realeza intergaláctica, dejando inconclusas las grabaciones los nuevos episodios de su lucha rebelde.
Hace poco, el 14 de diciembre, con mucha nostalgia, miles de seguidores de la saga Star Wars la vieron en Los últimos Jedi (Episodio VIII). La generala Leia Organa estaba a cargo de la resistencia. Estas imágenes fueron grabadas antes de la muerte de la actriz. Leia no tiene reemplazo y aún no se sabe cómo la veremos guiar a los rebeldes en el Episodio IX.
La vida de Carrie Fisher está llena de matices, sin embargo reconoció en uno de sus libros autibiográficos que ella es la princesa Leia y que, pese a su destacada carrera como guionista y actriz, nunca dejará de serlo.
Carrie Fisher murió el 27 de diciembre de 2016, a los 60 años, luego de varios días en coma tras sobrevivir a un infarto durante un vuelo a Los Ángeles. Su madre, la icónica protagonista de Cantando bajo la lluvia, Debbie Reynolds, murió un día después.
Pese a que ya no está entre los vivos, continúa haciendo noticia. Antes de morir dejó su libro El diario de la Princesa, en donde revela que mantuvo una relación romántica con Harrison Ford, su coestrella de reparto, durante las grabaciones de Star Wars en la década del 70.
Además se contó una anécdota que recuerda su respuesta ante un caso de acoso. La víctima era una amiga suya. Carrie envió una lengua de vaca en forma de amenaza al agresor.
Hoy, sus seguidores en de todo el mundo recuerdan a su irreverente princesa, con la esperanza de verla una vez más, al menos en el universo Star Wars.
¡Que la fuerza te acompañe, princesa Carrie Fisher!
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