A pesar de la gran espectativa por la renovación de los votos del cantante con su esposa, sus compañeros artistas no se acercaron para compartir en esta fecha especial.
Desde las 4:00 de la tarde, los invitados, amigos y familiares de Iván Cruz se congregaron en la Plaza de Armas de la Perla, Callao, para compartir con el reconocido bolerista, la felicidad por su boda civil con la madre de sus hijos, Julia Flores, y la renovación de sus votos matrimoniales ante Dios.
Decenas de fanáticos del intérprete de los éxitos ‘Mozo, déme otra copa’, ‘Ajena’ y ‘Rey de las Cantinas’, así como compañeros cristianos del cantante, también llegaron a los alrededores desde antes de la hora citada, para presenciar las dos ceremonias.
A pesar de la gran concurrencia a la boda, quienes resaltaron fueron los amigos artistas de Cruz, pero no precisamente por haber llegado tarde o por vestir de manera llamativa, sino por su notoria ausencia.
Superando este incidente, los novios hicieron su ingreso triunfal a la plaza, con un auto negro adornado con pequeñas flores blancas, con casi hora y media de retraso, lo que ocasionó la impaciencia de los periodistas que esperaban por el intérprete.
Iván Cruz fue el primero en salir del carro, luciendo un terno de color rojo eléctrico –un regalo de un pastor evangélico, según contó el bolerista minutos después- una camisa negra sin corbata, su característica cabellera alborotada y una sonrisa amplia en su rostro.
Luego siguió su amada esposa, Julia Flores, quien sorprendió con un traje largo y saco de color turquesa, con aplicaciones en mostacillas negras, plateadas y celestes, que contrastaba con su cabello pelirrojo, y una delicada tiara, con detalles de flores, en su cabeza.
Tras dejarse fotografiar juntos y saludar a algunos de sus amigos más cercanos, la pareja hizo su caminata hacia el centro de la plaza, donde les esperaba una mesa precedida por el Alcalde del distrito de La Perla, Pedro López Barrios.
El burgomaestre procedió entonces a unir ante la ley a Iván Cruz con Julia Flores, lo que motivó que un par de lágrimas se deslizaran por los ojos del emocionado cantante y los aplausos incansables de los testigos del acontecimiento.
Pero la felicidad no acabó allí, pues enseguida, el pastor Luis Posada –quien llegó desde Argentina- continuó con la celebración de una intensa boda cristiana, donde tampoco faltó el llanto, los gritos de “alabado sea el Señor” y las muestras de arrepentimiento.
Cruz aprovechó el momento de los votos para recordar su lamentable caída en el alcohol y las drogas, lo que motivo que su familia sufra, y pedir entre sollozos “perdón”.
“Nosotros nos hemos casado en 1967, pero no teníamos a Dios con nosotros. Ahora sí. Estoy muy feliz, muy feliz con lo que está pasando. La luna de miel de nosotros va a ser eterna”, comentó brevemente el novio, sujetando el brazo de su amada mujer.
Luego de ello, los novios renovaron su amor con un tierno beso que se robó las palmas y gritos de los invitados y escaparon en auto por unos minutos, para disfrutar de un paseo por La Perla, antes de una íntima recepción, en el auditorio de la municipalidad del distrito chalaco.
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