El insólito hecho ocurrió en el fútbol brasileño. El entrenador del Guaraní Sergio Ramírez en lugar de irse a la tribuna subió al techo del estadio para dirigir mejor.
Un insólito hecho sucedió en el fútbol brasileño. En el partido por el Campeonato Catarinense, entre el Figuerense y el Guarani de Palhoca, el entrenador de este último al ser expulsado tuvo una increíble decisión: se fue a dirigir al techo del estadio. Desde allí cogió un cono como parlante para que sus indicaciones se escuchen mejor.
Sergio Ramírez es el nombre del excéntrico estratega brasileño. Él lejos de irse a la tribuna o al vestuario luego de que el árbitro lo expulsara, decidió subir las gradas donde estaban un grupo de hinchas locales. Finalmente la estrategia le salió, pues igualaron el marcador 2-2 pese a ir perdiendo el partido.
Hechos curiosos como estos nunca son ajenos al fútbol. Recientemente en un encuentro por las Eliminatorias a los Juegos Olímpicos de la Concacaf, las selecciones femeninas de Guatemala y Trinidad y Tobago protagonizaron un insólito hecho: una jugadora creyó que la pelota salió del campo, cogió el balón para cobrar saque de meta pero el árbitro cobró penal en su contra.
Ya ni el fútbol chino se salva de bloopers como estos. El arquero del Liaoning Whowin se descuidó un momento para beber agua. Antes que se percatará, el equipo contrario le marcó un gol que dio la vuelta al mundo.
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