Se cumplen tres años de la histórica celebración de Lionel Messi en el Santiago Bernabéu tras imponerse en 'El Clásico' ante el Real Madrid. El día del gol 500 de la estrella argentina.
El 23 de abril del 2017, el Santiago Bernabéu fue escenario de un clásico que entró a la posteridad, donde Lionel Messi, de manera inimaginable, quiso inmortalizar aún más su nombre ante los aficionados del máximo rival.
Hace tres años, Real Madrid de Zinedine Zidane recibía al Barcelona de Luis Enrique por La Liga. En la cima estaban los merengues y para el Barza urgía una victoria para soñar aún con el título. Cristiano Ronaldo y Lionel Messi, los grandes protagonistas del juego, presentes por cada bando.
Ida y vuelta, intensidad, rigor. ‘El Clásico’ reunía todos los elementos. Casemiro adelantó tras un tiro al palo y ‘Leo’ se aventuró en el área de Navas para igualar. La lesión Gareth Bale, el codazo de Marcelo al ‘10’ azulgrana’ que derivó en un sangrado desde sus labios, serían los agregados especiales para un partido que llevaba a desarrollar algo dentro de sí del argentino, plero que lo ocultaba silenciosamente. Sergio Ramos, como muchas veces suele suceder, vio la roja e Iván Rakitic consiguió remontar, sin embargo, al Madrid le quedaba un tiro a su favor y este apareció con el recién ingresado James Rodríguez para el gol que parecía definitivo.
En los 93 minutos, cuando el local se lanzaba por el tanto del triunfo, Sergi Roberto burló a Marcelo y empujó el contragolpe. Él hacia André Gómez, este para Jordi Alba y el zurdo con el pase que lo caracteriza al centro del área donde el Real imaginaba quién podía aparecer, pero no pudo evitarlo. Disparo de pierna izquierda y silencio del Bernabéu para el 2-3.
Fin de fiesta brutal para el Barcelona, con La Liga aún al alcance, el gol 500 de la carrera de Lionel Messi y la insospechada celebración quitándose la camiseta y mostrando el dorsal número ‘10’ hacia el madridismo, con firmeza y temple. Exhibición del capitán azulgrana, como muchas en el Bernabéu, pero que la vivió de manera especial hacia su clásico rival.
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