Exar Rosales no soportó la difícil situación que vive en el club cusqueño y al borde del llanto pidió a la directiva que al menos le pague un mes de los cuatro que le adeuda.
El portero de Cienciano del Cusco, Exar Rosales, no soportó más la difícil situación que se vive en el club cusqueño y se quebró, pues al borde del llanto pidió a la directiva que le cancele lo que le debe, porque no tiene dinero para solventar la canasta familiar.
En diálogo con RPP, el arquero del club cusqueño indicó que había sido desalojado del departamento que ocupaba porque la directiva se había retrasado en el pago del alquiler y que su compañero Jesús Chávez se solidarizó, al recibirlo junto con su familia.
Pero Rosales no pudo mantener la calma y al seguir hablando de su situación se quebró y al borde del llanto contó: "No es posible, nunca me ha pasado algo parecido, por suerte mi amigo Chávez me está ayudando y se lo agradezco de corazón. La directiva dijo que no iba a pagar un mes de los cuatro que nos debe y hace unos minutos nos comunicaron que el dinero está depositado en el banco".
"Si no es así, yo el domingo me regresaría a Lima, pues no es justo que no nos paguen cuatro meses. Yo me quiebro de impotencia, porque tengo dos hijos y no sé cómo hacer para alimentarlos", prosiguió ya al borde de las lagrimas.
Luego el golero nacional evitó dar nombres de los posibles culpables de la debacle financiera del club cusqueño y comentó: "Necesito la plata, nunca he paso por esto, nunca había mendigado por un plato de comida. Esto me duele de corazón".
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