´La horrible brutalidad y la tortura que sufrieron las víctimas durante una década va más allá de la comprensión humana´, señaló el fiscal Timoty McGinty.
La investigación en torno a Ariel Castro, el conductor de autobús retirado que mantuvo secuestradas a tres jóvenes por una década, está revelando detalles escabrosos en torno a este caso.
En ese sentido, el fiscal Timoty McGinty señaló que Castro, quien podría ser condenado a la pena de muerte, tenía en su vivienda una cámara de torturas.
"La horrible brutalidad y la tortura que sufrieron las víctimas durante una década va más allá de la comprensión humana", comentó el fiscal, según refiere la cadena CNN.
Castro, de 52 años de edad, mantuvo a Michelle Knight, Amanda Berry y Gina DeJesús, secuestradas durante una década, a la vez que sometía a las jóvenes a violaciones y otros abusos físicos.
Las jóvenes fueron descubiertas el lunes cuando Amanda Berry solicitó ayuda para escapar y sus gritos fueron escuchados por dos vecinos, Aurora Martí y Angelo Cordero, quienes la ayudaron a romper la puerta delantera de la vivienda de Castro.
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