"Tengo un profundo arrepentimiento de haber sido partidario de un gobierno donde esos hechos sucedían", precisó Chadwick.
Andrés Chadwick, ministro Secretario General de Gobierno (portavoz) del Gobierno que preside en Chile Sebastián Piñera, se declaró hoy "arrepentido" de haber apoyado a la dictadura de Augusto Pinochet, por las violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen.
"Hay una situación (de la) que sí me arrepiento, que es la violación brutal a los derechos humanos que se efectuó en el gobierno militar", afirmó Chadwick en una entrevista con el canal público de televisión (TVN).
"Tengo un profundo arrepentimiento de haber sido partidario de un gobierno donde esos hechos sucedían", precisó Chadwick, dirigente histórico de la ultraconservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido que dio sustento ideológico a la dictadura de Pinochet (1973-1990).
Chadwick, uno de los "coroneles" de la UDI, como se llama el núcleo más duro de ese partido que, a despecho de su ideología tiene un fuerte arraigo en los sectores de menores ingresos, hizo su mea culpa al ser preguntado por el homenaje a Pinochet convocado este domingo por partidarios de la dictadura.
"En la perspectiva del tiempo y la madurez política que uno va aprendiendo, hay conocimientos que vas adquiriendo", explicó Chadwick, que renunció a un escaño en el Senado para incorporarse al gabinete ministerial de Piñera.
No obstante, el portavoz de La Moneda también reiteró que los partidarios del fallecido dictador tienen derecho a manifestarse porque en Chile hay libertad de expresión.
El expresidente Pinochet tiene un grupo de personas que son adherentes de él y como Gobierno hemos sido muy claros en que se debe respetar la libertad de expresión", precisó.
Aunque matizó: "no creo que sea necesario un homenaje ni a Pinochet ni a situaciones del pasado".
El homenaje al dictador, que incluye la exhibición del documental "Pinochet", que según los organizadores del acto cuenta "la verdad" de lo ocurrido en Chile en el período previo al golpe militar y en la dictadura, comenzó tal como estaba previsto, con algunos discursos en el céntrico teatro Caupolicán de Santiago.
Uno de los oradores más aplaudidos fue Augusto Pinochet Molina, nieto del dictador y excapitán del Ejército, que fue destituido de la institución a finales del 2006, cuando sin autorización de sus superiores pronunció una alocución incendiaria durante el funeral de su abuelo.
También hablaron un exiliado cubano de Miami, un abogado español (Jaime Alonso) y un nieto del ministro franquista Blas Pinar.
En los alrededores, en tanto, se han sucedido durante la jornada los enfrentamientos entre detractores de Pinochet y la policía, que ha empleado profusamente chorros de agua y gases lacrimógenos para impedir que los manifestantes, entre los que hay grupos de encapuchados, se aproximen al teatro.
EFE
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