Los alumnos fueron traslados al centro hospitalario del distrito de Zhenxiong. Docenas de ellos presentaban diarrea, vómitos y fiebre.
Un total de 337 niños de una escuela de primaria de la provincia de Yunnan, al sur de China, se intoxicaron, al parecer, por la comida que les sirvieron en su colegio, por lo que tuvieron que ser ingresados en el hospital, informa hoy la agencia oficial de noticias Xinhua.
Los cientos de alumnos fueron traslados al centro hospitalario del distrito de Zhenxiong, ubicado en la citada provincia, después del almuerzo que les sirvieron en el colegio el lunes.
Docenas de ellos presentaban diarrea, vómitos y fiebre, según las autoridades locales.
La mayoría de afectados fueron dados de alta del hospital ayer, martes, y sólo 42 niños permanecen aún ingresados.
Las autoridades han ordenado a la escuela primaria que suspenda el servicio de comidas, mientras se investiga el caso.
Otras 18 personas, entre ellas, 15 estudiantes, también tuvieron que ser hospitalizadas por causas similares en la provincia de Hubei (centro), tras intoxicarse con el desayuno que tomaron en un restaurante.
Este suceso ocurrió en las inmediaciones de un instituto de la ciudad de Yichang, de la citada provincia, en la mañana del martes.
Los afectados fueron trasladados al hospital por las autoridades locales y por voluntarios del centro escolar, si bien todos los afectados están ya fuera de peligro.
Las primeras pesquisas apuntan que la comida podría haber estado intoxicada por nitritos, por lo que los sospechosos del restaurante se encuentran bajo vigilancia policial y las investigación siguen abierta.
Los casos de intoxicaciones o, incluso, muertes, por intoxicación alimentaria son frecuentes en China.
En 2011, once personas murieron y más de 100 fueron ingresadas en la región occidental china de Xinjiang tras tomar vinagre almacenado en recipientes utilizados previamente para guardar un anticongelante tóxico.
No obstante, los casos más graves de intoxicación alimentaria en el país asiático se dieron en 2008, cuando la muerte de seis bebés y la intoxicación de otros 300.000 por el consumo de leche alterada con melamina atrajo la atención mundial.
Tras fuertes críticas por parte de la Organización Mundial de la Salud y diversas organizaciones de derechos humanos, Pekín endureció en mayo del año pasado las sentencias contra los responsables de intoxicaciones intencionadas, anunciando hasta penas de muerte contra las infracciones de seguridad alimentaria como medida disuasoria.
EFE
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