Lamentó los hechos de violencia que motivaron la muerte de los civiles Victoriano Huayna y Henry Checlla, y en los cuales se hirió a agentes de la Policía Nacional.
La Conferencia Episcopal Peruana (CEP) formuló hoy un llamado para deponer la violencia, y abogó por el respeto a los derechos humanos y la paz en la provincia de Islay, en Arequipa, donde un sector protesta contra el proyecto minero Tía María.
"No debe haber más víctimas (...) No más violencia. Llamamos a las fuerzas del orden y también a la población civil a reafirmar el respeto por los derechos humanos y por la paz. Es sumamente necesario retomar el diálogo alturado, con la buena voluntad de todas las partes implicadas, que deben participar para que se restablezca la paz", expresó a través de un comunicado.
La CEP lamentó los hechos de violencia que motivaron la muerte de los civiles Victoriano Huayna y Henry Checlla, y en los cuales se hirió a agentes de la Policía Nacional, uno de los cuales falleció hoy.
"Llamamos a una profunda reflexión que desemboque en una pronta acción en defensa de la vida, la construcción de la paz y la justicia", añadió.
En la misiva, la CEP señala la importancia de proyectos como Tía María al implicar altos niveles de inversión para la economía de la región y del país, creación de puestos de trabajo, importantes obras de infraestructura y el aporte a los recursos públicos, especialmente regionales y locales, en favor de la calidad de vida.
Sin embargo, mostró su preocupación por las poblaciones que durante años viven de la agricultura, dinamizada en los últimos tiempos, la cual consideró necesario promover y proteger, puesto que favorece la alimentación y una muy importante generación de puestos de trabajo, que mejora la economía de las familias.
"En el importante Valle del río Tambo, para favorecer la agricultura, es necesario proteger el agua tanto superficial como del subsuelo. La calidad del aire y de la tierra es también esencial para lograr los necesarios niveles de productividad. Nuestra mirada debe incluir el bien común, el cuidado de la creación, un desarrollo verdaderamente humano, sostenible y solidario", enfatizó la CEP.
Asimismo, ratificó su voluntad de respaldar y apoyar las iniciativas para restablecer el diálogo y la construcción de paz.
El comunicado es firmado por monseñor Salvador Piñeiro García-Calderón, arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
ANDINA
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