Deudos de diferentes partes del país llegaron ante el monumento que ha sido declarado patrimonio cultural para celebrar los diez años del informe final de la Comisión de la Verdad.
Los familiares de las víctimas de la violencia terrorista que asoló el país entre 1980 y el 2000, se congregaron este miércoles en El ojo que llora, monumento que ha sido declarado patrimonio cultural.
Ante la estatua, que se ubica en el Campo de Marte, en Jesús María, se hizo presente un grupo de personas que acudió para participar en los actos de celebración por los diez años del informe final de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR).
Deudos de diferentes partes del país, algunos de lugares como Lucanamarca, en Ayacucho, arribaron a Lima para llorar a sus muertos, que en forma simbólica están representados en decenas de piedras que llevan cada uno de los nombres de las víctima del terrorismo.
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