Para tener un sueño reparador es necesario descansar en un ambiente acogedor, amigable, bajo de luz, sin ruidos de calle y en un colchón cómodo.
Es indispensable tener un sueño reparador que te permita funcionar bien al día siguiente, explicó Caroline Malamud, médica neuróloga del hospital Guillermo Almenara.
“Dormir bien es un hábito que se desarrolla en la niñez, por lo que deben establecerse horarios para que el sueño se active a la hora adecuada. Todos tenemos un reloj biológico”, enfatizó la especialista.
Las horas de sueño dependen de la edad. Por ejemplo, cuando un niño nace debe dormir 22 horas, a los tres meses 18 horas, a los dos o tres años 12 horas, a los ocho años 10 horas; mientras que un adulto mayor duerme poco y de forma interrumpida.
No es lo mismo dormir durante la mañana que durante la noche, esta práctica desfasa el reloj biológico y genera el síndrome de retardo de fase: dormir y levantarse tarde. “No dormir más de siete días puede ocasionar la muerte”, señaló Malamud.
El dormir genera energías, libera hormonas, regula el metabolismo, consolida la memoria y las situaciones aprendidas, produce el crecimiento y desarrollo neuronal, y ayuda a la salud cardiovascular.
Además, agregó que no debemos subestimar la importancia del sueño si queremos gozar de una vida plena. Mantenerse más horas despierto no significa tener un mejor rendimiento.
Redacción: A. Patricia Arriola Ramírez
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Cuidando tu salud, con la conducción del Dr. Elmer Huerta, desde Washington DC.
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Producción y contenidos: Amelia Villanueva Ramirez
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