Sin embargo, también tenemos una faceta marcada por el egoísmo, la envida y chisme, de acuerdo a un informe del Instituto Integración.
Según el informe del Instituto Integración, los peruanos nos desenvolvemos en tres facetas distintas. En lo personal, somos optimistas y chambeadores, mientras que en nuestra relación con los demás mostramos dos facetas: una marcada por la colaboración y otra, por el egoísmo, la envida y chisme.
Para el psicólogo social de la PUCP, Jorge Yamamoto, el comportarse de acuerdo a nuestros valores genera bienestar y si nos comportamos de manera contraria, genera malestar. El peruano que tenga como valor el egoísmo, actúa por sus propios intereses y de sus familiares y amigos, sin importar qué sucede con los demás e incluso disfruta del malestar de los demás.
El valor más importante de los peruanos es el optimismo chambeador porque va motivado a trabajar, enfrenta los problemas con buen humor y siente orgullo al realizar un buen trabajo, señala Jorge Yamamoto. Al respecto Liuba Kogan, profesora de la Universidad del Pacífico, dice que el peruano es comprometido y suele ver al trabajo como algo bueno.
Según la OIT, en Perú, aproximadamente cuatro de cada diez trabaja 50 horas a más a la semana. El INEI, señala que uno de cada diez confiesa que hubiese preferido trabajar más horas. Sin embargo, la OCDE considera una carga excesiva el trabajar más de cincuenta horas semanales.
El peruano se caracteriza por ayudar y compartir con otros, llamado el valor de “ayuda mutua”, lo cual reduce nuestro estrés y produce bienestar. Este valor ha sufrido una ligera disminución entre el 2011 y 2015. Esto puede deberse a la modernización que haría que se colabore menos.
Para David Sulmont existen sociedades modernas que han construido mecanismos de solidaridad y cooperación no basadas en las relaciones personales, sino a través de la participación ciudadana y el compromiso cívico. Fomentar la participación en organizaciones en el Perú incrementaría la confianza interpersonal; solo el 11% de los peruanos opina que se puede confiar en las personas y el 80% manifiesta tener parientes y amigos con los cuales puede contar para resolver un problema, según Integración.
Los peruanos no confían en extraños e instituciones públicas. Aumentar la confianza interpersonal sería la base para expandir la ayuda mutua más allá de nuestro círculo cercano.
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