"En la Ciudad del Vaticano ninguna tienda vende objetos de marfil a los fieles o a los peregrinos", aseguró el portavoz Federico Lombardi.
El Vaticano no alienta el uso del marfil para los objetos sagrados, afirmó hoy su portavoz, Federico Lombardi, que subrayó que la Santa Sede "no anima, ni siquiera indirectamente, el comercio ilegal de marfil" y que considera la matanza de elefantes con ese objetivo algo gravísimo.
Con esas afirmaciones, el jesuita Lombardi salió al paso de un reportaje publicado por la revista National Geographic, titulado "Culto de marfil", en el que asegura que el marfil es usado por los católicos con fines religiosos y que el Vaticano "no duda en ofrecer regalos en marfil a los jefes de Estado que visitan a Benedicto XVI.
El artículo fue publicado en septiembre de 2012 y desde entonces el Vaticano se ha visto "inundado" de mensajes de protestas, según informó hoy Radio Vaticano en su programa en francés, señalando que ante la situación creada, Lombardi ha escrito una carta a la revista en la que niegas las acusaciones y expresa su defensa de los elefantes.
En su misiva, el jesuita escribió que tiene 70 años, que conoce bastante bien a la Iglesia Católica, tanto en Roma como en el mundo, y que "jamás" ha escuchado o leído una palabra "que animase a la utilización del marfil para objetos religiosos".
Lombardi precisó que no existe motivo alguno para pensar que el valor de un objeto religioso dependa de la preciosidad del material con el que se construya "y mucho menos que la Iglesia Católica promueva o anime a alguna organización para comerciar o importar marfil".
"En la Ciudad del Vaticano ninguna tienda vende objetos de marfil a los fieles o a los peregrinos", aseguró Lombardi.
En el reportaje se citan varias tiendas y el jesuita respondió que las mismas "están cerca del Vaticano, pero no en su territorio y no dependen de instituciones del Vaticano".
Lombardi recordó en su carta que en noviembre pasado el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, regaló al papa Benedicto XVI un tablero de ajedrez en marfil, "que no es un objeto religioso.
También señaló que las acciones de algunos católicos, entre ellos varios sacerdotes filipinos acusados de tráfico de marfil, "no pueden atribuirse directamente al Vaticano".
El jesuita subrayó que está "totalmente convencido" de que las matanzas de elefantes para obtener el marfil es un hecho "gravísimo" y que es "justo" tomar medidas para evitarlas.
Lombardi destacó que el Vaticano no dispone de instrumentos poderosos y eficaces cara contrarrestar la matanza de elefantes y evitar el comercio ilegal de marfil, pero reitera su condena moral y exhorta a proteger a las especies animales en vías de extinción "debida a la violencia y la agresividad humana ejercitada por intereses económicos".
EFE
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