Experto en neurocirugía sostuvo que hubo un cuadro clínico de muerte por una hemorragia cerebral debido a un eventual aneurisma roto y no un acto de violencia.
Alberto Trelles Polo, jefe del Departamento de Neurocirugía de la Clínica San Borja, opinó que es casi imposible que los médicos que atendieron a la extinta cantante Edita Guerrero no vieran las lesiones que presentaba en el cuerpo, según arrojó la necropsia al cadáver.
El galeno recordó que la fallecida vocalista de Corazón Serrano primero llegó al área de Emergencia de un hospital público y luego a una clínica en Piura.
"Me suena casi imposible, por no decir ridículo, que a por lo menos nueve médicos se les hayan pasado 28 lesiones de necesidad mortal o graves, aunque todo puede pasar", manifestó en entrevista con RPP Noticias.
"He visto fotografías de ella, con bata, y con las piernas y brazos expuestos. Que nadie se haya dado cuenta me parece muy extraño", agregó.
Al poner en duda la necropsia aplicada al cadáver de Edita rechazó que la joven madre haya muerto por una lesión entre la cabeza y el cuello. "Cuando eso sucede uno se muere o es una lesión neurológica que no puede llegar caminando a una clínica", sentenció.
El especialista en neurocirugía sostuvo que se trató de un cuadro clínico de muerte por una hemorragia cerebral debido a un eventual aneurisma roto y no un acto de violencia.
"La paciente hizo un curso evolutivo natural de una hemorragia por aneurisma roto, que no pudieron ver en la tomografía pero que corresponde clínica y claramente a una paciente que murió por una hemorragia cerebral por eventualmente un aneurisma roto", señaló.
Aclaró, sin embargo, que es usual que ante un aneurisma la persona pierda la consciencia y se desplome. “Hay un acto violento producto del aneurisma", explicó.
En su opinión, sus colegas sí procedieron correctamente y al no detectar el aneurisma (que es usual) esperaron de 5 a 10 días para realizar un segundo examen, lamentablemente -dijo- Edita se empezó a “deteriorar” porque el aneurisma "resangra" y en esos casos hay una tasa de mortalidad superior al 90%.
Apuntó que de haber ocurrido una agresión, los golpes deberían configurar un “trauma altamente violento” para provocar una hemorragia en el cerebro.
En todo caso, advirtió que en la tomografía aplicada a Edita, consta el cráneo y las primeras 5 a 6 vértebras cervicales, con lo cual se puede esclarecer si hubo una lesión mortal entre la cabeza y el cuello.
"Tendría que haberse advertido. Esa tomografía existe y debe ser propiedad del centro", concluyó.
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