De los cinco miembros de la familia Castro Hernández el más afectado por la caída de rocas fue Sebastián, un niño de 6 años que estaba durmiendo.
Una familia entera se salvó de milagro de morir la madrugada del miércoles 14 de mayo cuando cayeron sobre su humilde vivienda unas gigantescas rocas provenientes de un cerro de la comunidad de Huaycán.
La caída de las piedras sorprendió a los miembros de la familia Castro Hernández. Ellos estaban durmiendo, cuando sintieron un fuerte ruido tras el desprendimiento.
De los cinco miembros de la familia el más afectado fue Sebastián, un niño de 6 años que estaba durmiendo. El menor soportó durante varios minutos la presión y el peso de las rocas.
Los vecinos hicieron grandes esfuerzos para rescatar a Sebastián. El niño fue trasladado al hospital de Huaycán donde se le diagnosticó varias fracturas en el cuerpo.
Además, las rocas destruyeron el inmueble ubicado en la zona J de la ampliación 135-B en Huaycán que se encuentra en el Distrito de Ate.
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