Al grito de "Viva San Fermín" fue prendida la mecha del cohete anunciador de nueve días de fiesta ininterrumpida.
El lanzamiento del tradicional "chupinazo", cohete que marca el inicio de los Sanfermines, convirtió hoy a Pamplona, en el norte de España, en la capital de una de las fiestas más universales.
Al grito de "Viva San Fermín" fue prendida la mecha del cohete anunciador de nueve días de fiesta ininterrumpida que este año se celebra en un momento marcado por la profunda crisis que viven España y Europa.
Miles de personas llenaron la plaza del consistorio y alrededores, vestidas de blanco, con sus pañuelos extendidos formando un manto rojo, antes de anudárselos al cuello, símbolo inequívoco de que los sanfermines han comenzado.
La alegría inundó todo el Casco Viejo de la ciudad, con miles de pamploneses y turistas llegados de todo el mundo para vivir estos festejos universalizados por el escritor estadounidense Ernest Hemingway, en su novela "The sun also rises" (1932), traducida como "Fiesta".
Sin embargo, no será hasta las 08.00 (las 06.00 GMT) de mañana sábado cuando se produzca el principal acontecimiento de los sanfermines, con el primer encierro.
Cientos de "mozos" correrán por las estrechas calles del casco histórico de la ciudad delante de seis toros en un tramo de unos 800 metros, los que separan los corrales de Santo Domingo del coso taurino, donde las reses serán lidiadas horas después.
Son minutos de tensión, intensa emoción y no exentos de peligro, ya que suelen producirse caídas e incidencias, con el resultado de algunos contusionados y heridos.
En total, 15 corredores han muerto hasta la fecha en los encierros, el último en 2009, el joven español Daniel Jimeno Romero, de 27 años, que falleció el 10 de julio de ese año al ser empitonado en el cuello por un toro durante el recorrido.
Este año, la fiesta está marcada por la crisis económica que sufre España y que tiene el reflejo en su presupuesto, de 2,4 millones de euros, reducido en un 8 % respecto a 2011.
Pero, donde no hay ningún "recorte" es en la ilusión y las ganas de fiesta de los miles de pamploneses y visitantes que disfrutarán en las calles de los 431 actos oficiales programados.
Como declaraba a Efe el alcalde de la ciudad, Enrique Maya en vísperas de los sanfermines, "Si alguna fiesta es para momentos de crisis, esa es San Fermín, con infinidad de actos en la calle y en la que se puede disfrutar mucho con un gasto controlado".
Entre los actos programados, como principal novedad este año, estará el tradicional "Riau-Riau", la marcha de la corporación municipal a la capilla de San Fermín esta tarde, que saldrá de nuevo después de 16 años de ausencia del programa oficial por los incidentes que se registraban provocados por jóvenes nacionalistas radicales.
"Riau-Riau" es sólo uno de los 431 actos oficiales, de los que 305 son musicales, 77 son actividades infantiles y familiares, 33 consisten en espectáculos taurinos, ocho son exhibiciones de deporte rural y otros tantos actos institucionales.
Al conocimiento universal de los Sanfermines contribuye la labor de los periodistas de todo el mundo que cubren estos festejos. Este año casi 2.500 profesionales de los medios de comunicación han solicitado acreditaciones al ayuntamiento de Pamplona.
Han confirmado su asistencia a las fiestas medios de comunicación de España, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca, Bélgica, Suecia, Alemania, Irlanda, Estados Unidos, Argentina, Colombia, México, Brasil, Venezuela, Japón y Australia.
Tras nueve días de toros y fiesta, el tradicional "¡Pobre de mí!", entonado por miles de gargantas en la medianoche de la última jornada festiva, el 14 de julio, despedirá un año más los Sanfermines.
EFE
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