La cinta protagonizada por Anthony Hopkins y Helen Mirren narra un episodio de la vida de Hitchcock y su relación marital con la guionista Alma Reville.
"Hitchcock" no es una biografía del genial director. Es un episodio de su vida, uno importante eso sí, pero que sirve no para ensalzar los logros o las virtudes de Hitch sino las de su esposa, la guionista Alma Reville, y las de Helen Mirren por encima de las de Anthony Hopkins.
Si la idea -y a tenor por el título esa era la intención- era dar el protagonismo a Hitchcock, está claro que la jugada le ha salido al contrario al director Sacha Gervasi.
La excesiva caracterización de Hopkins para su papel de Hitchcock ha sido un lastre más que un beneficio para el actor galés, cuya interpretación está demasiado condicionada por el rotundo aspecto físico tan característico del realizador de "North by northwest".
Su voz impostada y la sensación de que siempre se ve al actor por encima del personaje hacen que sea aún más evidente la sutileza de la interpretación de Helen Mirren en su papel de esposa a la sombra pero no abnegada, del gran director.
Alma Reville es sin duda la revelación de la película. Tanto por el desconocimiento que se tiene de su persona como por la fuerza de una personalidad que, pese a todo, supo entender mejor que nadie la grandeza y las debilidades de Hitchcock.
La película se centra en un episodio central de la vida profesional del realizador. Su empeño personal en llevar al cine la historia de "Psyco", un proyecto que nadie parecía ver factible en el Hollywood de la época.
Nadie excepto Hitch y su fiel escudera, Alma, responsable de escribir o reescribir la mayoría de los guiones de sus películas.
No se olvida de ningún tópico esta película, en la que está el gusto de Hitchcock por la comida, su adoración por las rubias de aspecto frío, su obsesión por los detalles, su egocentrismo, su mal genio y, también, su dependencia hacia su mujer.
Scarlett Johansson interpreta a Janet Leigh, la protagonista de "Psicosis" y personifica a todas las rubias que obsesionaron al realizador -desde Tippi Hedren a Grace Kelly, pasando por Kim Novak-.
Pero más allá de los tópicos, la película muestra al director a través de los ojos de Alma Reville, una mujer resuelta, inteligente, fuerte y que amaba y respetaba profundamente a su marido.
Es ese personaje, Helen Mirren, quien atrapa al espectador y quien protagoniza los mejores momentos de una película que llega mañana a los cines españoles pero que no ha respondido en su estreno en Estados Unidos a las expectativas que había levantado.
EFE
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