El lavado de manos es un hábito fácil de hacer y es una de las formas más eficaces para prevenir muchas infecciones y enfermedades.
El lavado de manos es esencialmente con agua y jabón. Este es una práctica simple y cotidiana, que permite tener resultados positivos para la salud, sino también reducir considerablemente enfermedades diarreicas y respiratorias, prevenir brotes epidémicos, entre otros.
Cerca de tres millones y medio de vidas se salvan al año gracias al correcto lavado de manos, evitando además infecciones cutáneas, oculares y la presencia de parásitos intestinales.
Las manos con frecuencia transportan los microbios de un lugar a otro, por eso lavarse las manos con agua y jabón es uno de los hábitos más importantes.
Por ejemplo, compramos, pagamos y recibimos dinero y al tocarlo nuestras manos se van llenando de microbios. El simple hecho de que tus manos parezcan limpias (o sea, que no tengan manchas o suciedad) no significa que estén libres de microbios (virus o bacterias) que causan enfermedades. Los virus y bacterias son "invisibles" a la vista humana.
El lavado de manos con agua y jabón es un hábito fácil de hacer y es una de las formas más eficaces para prevenir muchas infecciones y enfermedades.
Solo necesitas un momento para lavarte las manos con agua y jabón. Esos minutos que dedicas a tener las manos limpias pueden evitar que los microbios de otras personas entren a tu cuerpo o que, desde tus manos contaminadas, pasen a tu familia, amigos o a toda tu comunidad.
Fuente: Minsa
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