´El ídolo del bolero´ adelantó algunos detalles de sus respuestas en el programa ´El valor de la verdad´ de este sábado 24.
El conocido bolerista Iván Cruz visitó el estudio del noticiero “Abre los Ojos” para compartir, junto a Beto Ortiz, algunos adelantos de los vericuetos de su azarosa vida. Ello como previos a la emisión del espacio “El Valor de la Verdad” que este sábado mostrará Frecuencia Latina. El cantante comentó algunos sucesos dolorosos que lo marcaron y condujeron a un callejón oscuro del que pudo salir: Las drogas.
“Hemos esperado bastante para verte al aire, porque el programa se grabó hace varias semanas”, fue el comentario de Beto Ortiz.
“Se van a revelar cosas que van a llevar a la meditación a todos los padres de familia. Mi vida fue tan desastrosa que no quería recordar esos pasajes, los horrores que viví, los errores que cometí”, fue la respuesta del bolerista.
“Quiero que escuchen. Pase muchas cosas negativas desde que tenía ocho meses de nacido, toda mi niñez no la he pasado bien”, dijo con tono reflexivo.
El artista nacional anunció que dejará los escenarios musicales. “Iniciaré mi retirada con conciertos en grandes estadios. El primero será en Arequipa. Y se preguntarán por qué no lo hago en el Callao, les digo que mis primeros éxitos se dieron en esa ciudad. Me tratan con un gran cariño aun hasta hoy”, señaló el intérprete de “Miseria de amor”.
“Cualquiera que te escuche hablar de todos tus conciertos haría pensar que has amasado una gran fortuna”, le dijo Beto Ortiz.
“Mi fortuna fue a parar a los placeres de la carne. Vicios, mujeres, con eso se acabo la plata. Pero cuando me entrego a Cristo en 2000, Dios me ayuda a construir un edificio y un teatro en el Callao”, fue la respuesta del intérprete de “Soy vagabundo”.
¿Víctima de violación sexual? Esta será una de las interrogantes que le tocará responder a Iván Cruz este sábado a las 11 p.m. en el “El Valor de la Verdad”.
Muchas más develaciones nos acercarán aun más a este ídolo popular que ha conocido la felicidad de su fe luego de sufrir la tortura de su perdición.
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