La misiva fue escrita por un actor y dijo que la gente que está en Chile debe ´alzar la voz´.
La indignación por la muerte del joven homosexual chileno Daniel Zamudio, a causa de una brutal paliza de neonazis, fue expresada a través de una carta anónima que pide disculpas al muchacho, quien falleció el martes último tras entrar en estado de coma a principios de marzo.
La misiva fue dejada en el frontis de la Posta Central, lugar donde murió Zamudio en la víspera, y en medio de las fotografías y las velas que se acumularon en la entrada del nosocomio.
Según refiere el portal Cooperativa.com, el autor de la carta es Antonio Jeréz, un actor y dramaturgo chileno residente en Madrid, España, quien señaló que "me parece tremendo lo que está pasando y me parece que es urgente conmover a través de cartas, a través del teatro, a través de todas las manifestaciones musicales. Que la gente que está en Chile sin decir nada empiece a alzar la voz, porque estas cosas no se pueden repetir".
"Le pido perdón porque Chile, que es mi país de origen, necesita darse prisa en cambiar ciertas leyes, en educar, en eliminar la burocracia. Sobre todo apelando a la conciencia de los políticos que se niegan a aprobar esta ley antidiscriminación", explicó.
A continuación el texto completo:
"Perdón, porque no fuimos capaces de mostrarte otro mundo, perdón por esa oscuridad a la que nuestra indiferencia y falta de interés te ha arrastrado.
Perdón por nuestros niños, porque siguen la senda establecida de la burla. En este mundo de la burla, los gordos, los feos, los fletos, los cojos, los tuertos, las putas, los narigones, las solteronas, los culones, los indios de mierda y los comunistas asquerosos que habitan esta incómoda costumbre chilena de encasillar y despreciar.
Perdón, porque no vivirás para disfrutar de la mano, abrazado a quien hubieses elegido para amar, una tarde de domingo.
Perdón, porque inexplicablemente volveremos a idiotizarnos con el fútbol y la farándula televisiva de turno. Y tu muerte será una cronología más de este Chile de mierda.
Perdón, porque seguiremos nuestra vida a medias, a trancazos, a bofetadas, pero siempre a medias. Y perdón, porque este país que hemos soñado se deshilvana con las ideologías de un Dios sexista, opresor y homofóbico.
Perdón por nuestras leyes obsoletas.
Perdón por nuestros chistes a la diferencia. Por nuestra superficialidad agarrada al consumo diario de tanta televisión.
Perdón por la clase política que tenemos. Una clase política que da vergüenza.
Perdón por tanto perdón, pero es que he intentado entrar en tu socorro profundo y me lo ha impedido la frialdad, el fútbol, los realities, la discriminación, la fe idiota, el sermón anticuado, la hostia recocida, el cura y la monja ignorante, el evangélico espumoso de la Plaza de Armas, el centro comercial, mis tarjetas de crédito, mi cuenta bancaria, mi ideología política y corrupta, mi gobierno fascista de turno, las tetas de la mina de la tele, el gol de Alexis Sánchez, el ovni que vio la Maldonado, la teleserie de la noche...Perdón, pero tengo que terminar de algún modo y no sé por dónde.
Perdón, porque hemos creado un Dios a nuestro antojo y conveniencia.
Perdón a tu madre por no estar en sus internos desgarrándonos con su dolor".
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