Abogado penalista Roberto Miranda explicó que aún cuando el delincuente sea menor de edad, "delito es delito".
El derecho a la legítima defensa nuevamente enciende la polémica sobre hasta qué punto podemos repeler el ataque de un delincuente, sin convertirnos en victimario.
Precisamente, el conocido boxeador nacional Carlos Zambrano, campeón mundial peso pluma AMB, está envuelto en una engorrosa situación porque se enfrentó a golpes a uno de los delincuentes que robaban sus objetos personales de su vehículo, y que resultó ser menor de edad.
Zambrano sería denunciado por agredir al malhechor, pero el deportista asegura que solo hizo uso de su derecho a la legítima defensa.
Al respecto, el abogado penalista Roberto Miranda explicó que aún cuando el delincuente sea menor de edad, "delito es delito".
"El delito es delito y si era menor de edad no le consta al boxeador porque eso no se identifica por la apariencia en talla o peso", afirmó en diálogo con el programa Siempre en Casa de RPP Noticias.
Agregó que, no obstante, el pugilista no puede incurrir en un abuso de la fuerza.
"El ejercicio de la defensa del boxeador está en función del grado de necesidad para hacer ejercido de la fuerza. La ley no va a amparar un abuso de derechos, porque si ya se redujo al delincuente, ya no hay necesidad de volver a golpear, eso ya sería venganza", sostuvo.
El letrado recalcó que la legítima defensa está amparada por la ley, pero "ya queda en la interpretación del magistrado, el hacerlo en favor de la sociedad y no del delincuente".
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