El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) de Brasil, amenazó con "radicalizar" sus protestas durante la competición en caso de que sus reivindicaciones no sean atendidas.
El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) de Brasil, que reunió este miércoles a unas 4.000 personas en una manifestación en Sao Paulo contra los gastos en el Mundial de fútbol de 2014, amenazó con "radicalizar" sus protestas durante la competición en caso de que sus reivindicaciones no sean atendidas.
"No nos están dejando alternativa sino la radicalización", afirmó el coordinador del MTST, Guilherme Boulos, al indicar que hasta ahora ninguna autoridad ha aceptado atender las diferentes peticiones del movimiento por vivienda digna para miles de personas que viven en la calle o en campamentos en la mayor ciudad de Brasil.
Boulos dijo que, a ocho días del comienzo del Mundial, precisamente en Sao Paulo, hasta ahora el Gobierno ha rechazado las peticiones del MTST para que expropie diferentes áreas urbanas para construir viviendas populares.
"Queremos mostrarle al Gobierno que, si nuestras reivindicaciones permanecen en la heladera, los días de partido (del Mundial) habrá mucha gente sin entradas queriendo ingresar (a los estadios)", afirmó el dirigente.
El MTST, que presiona por avances en la reforma urbana mediante ocupaciones de edificaciones deshabitadas, se ha convertido en uno de los grupos más activos en los últimos meses en las manifestaciones contra el Mundial Brasil de 2014.
Los militantes de la organización aseguran que el Gobierno podría haber invertido en viviendas los millonarios recursos con que costeó la organización del Mundial.
"El Gobierno podría haberle dado prioridad a los gastos" en la "construcción de viviendas y en el uso de edificaciones deshabitadas para habitación popular", según Boulos.
El MTST marchó al final de la tarde de este miércoles por la avenida Radial Este en dirección al Arena Corinthians, estadio construido en Sao Paulo para el Mundial y en el que se disputará el 12 de junio próximo el partido inaugural de la competición entre Brasil y Croacia.
La marcha, en la que no se registraron incidentes, obligó a la policía a bloquear varias vías y provocó enormes embotellamientos en la zona este de Sao Paulo.
EFE
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