Especialistas consultados por RPP Noticias dieron algunos alcances de la problemática de este centro juvenil y explicaron por qué es inadecuada la medida de internamiento preventivo en ´Maranguita´ para el adolescente que provocó un disparo en su colegio.
Hace unos días un adolescente fue protagonista de un lamentable incidente dentro de su colegio en Villa El Salvador, cuando manipuló un arma de fuego en su aula. Un disparo provocó la muerte de uno de sus compañeros y dejó a otro escolar herido.
Un Juzgado de Familia dictó dos meses de internamiento preventivo contra el menor de 15 años que provocó el disparo y fue ingresado en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, conocido también como ‘Maranguita’.
Tras este caso, varias interrogantes han surgido sobre si la medida se adecua a la situación del adolescente y el riesgo al que podría estar expuesto en este centro juvenil, donde también están internados menores de alta peligrosidad. También está la problemática del correcto funcionamiento de este centro, que ahora depende del Ministerio de Justicia.
¿Es justo el internamiento del menor a ‘Maranguita’?
En declaraciones a Capital, el abogado penalista Michael García, precisó que el menor de edad debería llevar su proceso en libertad, debido a que no representa un riesgo para la sociedad. Además indicó que su internamiento en ‘Maranguita’ podría agravar su integridad física y psicológica. “Más allá de la responsabilidad del menor, hay que cautelar que ese adolescente en el futuro no se convierta en una persona de riesgo”, remarcó.
José Luis Pérez Guadalupe, exministro del Interior y exjefe del Inpe coincide en que el menor no debió ser internado en este centro juvenil, que presenta similares problemas a los centros penitenciarios: infraestructura y hacinamiento, lo que impide a las autoridades hacer una buena clasificación y tratamiento de internos.
“Lo que se tendría que hacer es protegerlo, porque en ‘Maranguita’ hay jóvenes que pertenecen a bandas de crimen organizado, incluso hay sicarios menores de edad. Hay que evitar la desocialización de este menor”, recomendó.
El centro juvenil 'Maranguita'
El actual Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima fue creado hace más de 70 años en principio como la Escuela Correccional de Varones de Maranga, de ahí el nombre de 'Maranguita' que coloquialmente se le ha dada a este centro. Con el paso de los años, este lugar se ha convertido en un desafío para las autoridades que lo administran debido al elevado número de internos juveniles, quienes en algunos casos han protagonizado disturbios y motines.
En base a los reportes realizados por la Defensoría del Pueblo, Wilson Hernández, investigador en temas de seguridad ciudadana y columnista de RPP, señala que este centro juvenil enfrenta varios problemas que no le permiten realizar un trabajo adecuado con estos jóvenes.
El poco personal para el tratamiento de los adolescentes, la metodología y la infraestructura son algunos de estos problemas que coloca a estos jóvenes en una constante vulneración de sus derechos. "Lo que se sabe de los centros juveniles es que no hay exactamente una segregación de los que han cometido delitos menores y delitos graves", precisó.
Posibles soluciones
El exjefe del Inpe, José Luis Perez Guadalupe, sugiere el cambio del centro juvenil y el nombramiento de todo un equipo especializado en medidas socioeducativas en menores de edad. "Un alto porcentaje de los reos que estan en nuestras cárceles han pasado por un centro de menores, lo cual indica de que si no haces un buen trabajo al comienzo, vas a tener que lamentar los crímenes que vas a tener al final", indicó.
Recordó que durante su gestión en el Inpe, se habilitó en el penal Ancón II un pabellón especial para jóvenes de alta peligrosidad, espacio que estaba a cargo de los centros juveniles. Según precisó con esta medida se logró sacar a los malos liderazgos de estos centros y redujo por cinco años los actos de violencia en 'Maranguita'.
Por su parte, el investigador Wilson Hernández, destacó como medida positiva que los centros juveniles hayan pasado a manos del Ministerio de Justicia; sin embargo, recomendó un mayor seguimiento. "Yo creo que la reubicación no es una prioridad, creo que mas bien hay que garantizar las condiciones de un buen funcionamiento. No hay que ver estos centros centros juveniles como basureros", agregó.
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