Hasta el momento, las autoridades han confirmado la existencia de 188 muertos y 25 desaparecidos, a los que hay que sumar cerca de 12.000 heridos, un millar de ellos en estado grave.
Más de 2.300 réplicas se han registrado hasta el momento en la comarca china de Lushan, en la provincia de Sichuan (centro), después del terremoto de magnitud 7 que sacudió la zona el pasado sábado y dejó al menos 188 muertos y 25 desaparecidos, lo que complica las tareas de rescate.
Según la Agencia de Terremotos de China, hasta las 16.00 horas locales de este lunes (08.00 GMT), se habían registrado 2.360 réplicas, cuatro de ellas con una magnitud superior a los cinco grados.
El Observatorio Meteorológico Central ha advertido de la posibilidad de que las réplicas, sumadas a la lluvia que se espera en los próximos dos días, puedan dar pie a corrimientos de tierra u otros desastres meteorológicos, lo que puede afectar a las operaciones de rescate y asistencia a los 1,72 millones de personas que se calcula que se han visto afectadas por el seísmo.
Tan sólo en la montañosa comarca de Baoxin, una de las más afectadas por el terremoto, se han registrado más de 40 corrimientos de tierra, según indicó el Ministerio de Asuntos Civiles.
Hasta el momento, las autoridades han confirmado la existencia de 188 muertos y 25 desaparecidos, a los que hay que sumar cerca de 12.000 heridos, un millar de ellos en estado grave.
Más de 220.000 personas han quedado evacuadas del área, donde han quedado destruidas cerca de 13.000 viviendas.
Para tratar de ayudar a los residentes de las áreas más remotas, helicópteros de la Fuerza Aérea china completaron hoy el primero de una serie de lanzamientos de ayuda humanitaria desde el aire, para suministrar comida y agua a los supervivientes de la aldea de Baosheng.
En total, los helicópteros entregaron 2,6 toneladas de suministros, según informó Xinhua.
El terremoto bloqueó numerosas carreteras en la comarca de Lushan, muy montañosa, lo que ha dejado a los habitantes de muchas aldeas remotas sin acceso a alimentos.
El oeste de China es una zona de frecuente actividad sísmica, y en las últimas semanas varios temblores de menor intensidad (alrededor de 5 grados en la escala de Richter) en la también occidental provincia china de Yunnan infligieron heridas a decenas de personas.
EFE
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