El atestado policial también revela que el asesinato del fotógrafo fue planeado en penal Sarita Colonia.
Detectives de la División de Investigación de Homicidios que tienen a su cargo las indagaciones para esclarecer el asesinato del fotógrafo Luis Choy, ocurrido en febrero pasado, concluyeron que el móvil del crimen fue “un presunto ajuste de cuentas por un dinero no pagado y supuestas actividades ilícitas”.
Según el rastreo de las llamadas que se hizo al celular del sicario dominicano Lindomar Hernández Jiménez, como consta en el atestado policial 023-13 DIRINCRI, al que tuvo acceso Perú21; este llamó a su víctima el mismo 23 de febrero –día del crimen– se comunicó tres veces (a las 3:44 p.m., 4:21 p.m. y 4:23 p.m.).
El asesino usó el teléfono robado 94099-8677 para llamar al periodista y la última comunicación la realizó cuando estaba en la cuadra siete del jirón General Ramón Pizarro, a unos metros de la casa de la víctima.
“Le dijo que necesitaba ver la camioneta para comprarla”, refiere el diario. Ya frente a frente, el homicida le disparó los tres balazos Choy y minutos más tarde, arrojó el celular al río Rímac.
El atestado policial también revela que el asesinato del fotógrafo fue planeado en penal Sarita Colonia.
Según el detenido Édgar Lucano Rosas (25), fue el reo conocido como ‘Chuqui’ quien lo llamó para ofrecerle un ‘trabajo’: “Tirar al piso a una persona”.
Posteriormente se contactaron con Carlos Augusto Aldabe Ugarte, ‘Fortachón’, quien les pagó los 20 mil soles. Este criminal está como no habido, al igual que Luis Bada Ccaccya.
Comparte esta noticia