Gracias al Ejército, la Marina, la Policía Federal y las aerolíneas comerciales, se logró evacuar a unos 11.000 turistas. otros 8.000 permanecen varados en Los Cabos y otros 500 en La Paz.
Las costas del Pacífico mexicano continúan amenazadas por las intensas lluvias, vientos y oleaje de los ciclones Odile, que dejó dos muertos y tres desaparecidos tras devastar el estado de Baja California Sur, y Polo, cuya fuerza se siente en otros estados de la zona.
Polo, que apenas anoche cobró fuerza de huracán categoría I en la escala Saffir-Simpson (de cinco niveles), se degradó la tarde de este jueves a tormenta tropical, con vientos sostenidos de 110 kilómetros por hora, rachas de 140, y desplazamiento al noroeste a 13 kilómetros por hora, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En un boletín emitido a las 16.00 hora local (21.00 GMT), el SMN indicó que Polo se ubica a 290 kilómetros al sur de Cabo Corrientes, estado de Jalisco, y a 705 al sureste de Cabo San Lucas, Baja California Sur.
Aunque perdió fuerza, el meteoro mantendrá vientos de hasta 60 kilómetros por hora desde Guerrero hasta Nayarit, con oleaje de dos a tres metros de altura en costas de Nayarit, Michoacán y Guerrero, y de tres a cinco metros de altura en Jalisco y Colima.
Asimismo, Polo origina lluvias intensas (de 75 a 150 milímetros) en Nayarit, Jalisco, Colima y Michoacán; muy fuertes (de 50 a 75 milímetros) en Sinaloa y Guerrero, y menores (de 0,1 a 25 milímetros) en Baja California Sur.
"Por lo anterior, continúa activa la zona de alerta desde Punta San Telmo, Michoacán, hasta Cabo Corrientes, Jalisco", señaló el SMN.
Polo fue antecedido por Odile, que causó los mayores daños en los últimos años en Baja California Sur.
Odile, que presentó vientos superiores a los 200 kilómetros por hora, impactó la madrugada del lunes como huracán de categoría III contra la zona de los Cabos, ubicada en el sur de la Península de Baja California y muy apreciada por el turismo estadounidense.
Los fuertes vientos y las intensas lluvias provocaron la muerte de dos personas y la desaparición de otras tres, y causaron fuertes daños a la infraestructura urbana, carretera, eléctrica, de telecomunicaciones y aeroportuaria, así como a hoteles y casas.
El subdirector de Información del Gobierno de Baja California Sur, Jesús Leyva, explicó que uno de los fallecidos es el surcoreano Kyong Jim Park, gerente de la empresa minera El Boleo, quien fue arrastrado en su vehículo por un río en el municipio de Mulegé, mientras su acompañante, de la misma nacionalidad, permanece desaparecido.
El segundo fallecido es el alemán Hunter Treaow, quien salió en una embarcación junto con otras dos personas, que tampoco han sido encontradas.
Leyva indico que Odile destruyó totalmente unas 200 casas de madera y cartón en un barrio nuevo donde sus 700 habitantes perdieron todos sus bienes.
Además, dijo que la fuerza del viento del huracán derribó torres de alta tensión, unos 2.000 postes, 191 líneas de baja tensión y 23 subestaciones eléctricas, así como postes de telefonía.
La Comisión Federal de Electricidad precisó que el daño a la infraestructura dejó sin servicio eléctrico a 239.000 de los 246.000 usuarios domésticos, comerciales e industriales del estado.
La falta de electricidad provocó escasez de agua potable debido a que se paralizaron las plantas potabilizadoras y de bombeo que utilizan esa energía.
El gobernador de Baja California Sur, Marcos Covarrubias, afirmó que todas los órdenes de Gobierno trabajan intensamente para restablecer los servicios y garantizar el abasto de alimentos.
Indicó que el sur del estado está prácticamente aislado geográficamente por vía terrestre, casi "como una isla".
Se ha logrado restablecer la energía eléctrica en un 45 % en La Paz, en un 70 % en Comondú, en un 95 % en Loreto y en un 35 % en Mudejé, indicó Covarrubias. "Lo más complicado es en el municipio de Los Cabos, donde se instalará una planta generadora de electricidad", indicó.
Aunque no lo mencionó, en Los Cabos se registraron en los últimos días actos de rapiña y saqueo de centros comerciales, algo que lamentó Covarrubias, al anunciar que desde el miércoles se enviaron contingentes militares y policías federales para restaurar el orden.
Los remanentes de Odile seguirán favoreciendo precipitaciones fuertes en áreas de Sonora y Chihuahua, y de menor intensidad en zonas de Coahuila, apuntó el SMN.
EFE
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