"No quiero recordar eso", respondió Alvarenga, de 37 años, cuando los periodistas le pidieron que contara la experiencia que pasó hasta su rescate el 30 de enero pasado en las Islas Marshall.
El náufrago salvadoreño José Salvador Alvarenga, quien abandonó este martes el hospital donde se recuperó tras pasar más de un año a la deriva en el océano Pacífico, dijo que no quiere recordar lo que vivió durante esa travesía.
"No quiero recordar eso", respondió Alvarenga, de 37 años, cuando los periodistas le pidieron que contara la experiencia que pasó hasta su rescate el 30 de enero pasado en las Islas Marshall, en el Pacífico Sur.
Acompañado de sus padres, José Ricardo Orellana y María Julia Alvarenga, el náufrago hizo unas breves declaraciones mientras los médicos del hospital San Rafael, de Santa Tecla (centro), le tramitaban el alta.
Ratificó que, como declararon los médicos recientemente, "no" quiere volver al mar y subrayó: "estoy bien, gracias a Dios".
"Agradezco a la ministra (de Salud, María Isabel Rodríguez) y a ustedes por darme el apoyo", expresó a los periodistas, y pidió que a los salvadoreños "Dios los bendiga".
Alvarenga también aseguró que "no, a nadie" le ha vendido la exclusiva de su historia, algo que, según medios locales, habría hecho en un trato con una cadena estadounidense de televisión.
Tras recibir el alta médica, el náufrago salió del hospital en un vehículo particular junto a sus padres, con un destino que ni ellos ni las autoridades médicas revelaron por razones de "privacidad".
En todo caso, la familia no iba hacia su casa, en la comunidad costera de Garita Palmera, departamento de Ahuachapán (oeste), fronteriza con Guatemala.
Alvarenga permaneció en el hospital de Santa Tecla desde el 11 de febrero, cuando regresó a El Salvador tras viajar dos días en vuelos comerciales desde Islas Marshall.
La ministra Rodríguez declaró el martes en rueda de prensa que los médicos le dieron el alta al superviviente tras dictaminar que "las condiciones físicas de él son muy buenas", aunque continuará bajo tratamiento.
Rodríguez explicó que Alvarenga tiene "una pequeña hernia", que se le formó a raíz de la posición incómoda en que estuvo durante su travesía por el mar, aunque "no va a tener necesidad de una intervención quirúrgica".
La funcionaria destacó que en el hospital "se le ha dado todo el soporte necesario (a Alvarenga) porque lo merece" y lo calificó de "héroe" por haber sobrevivido tanto tiempo solitario en el mar.
El director del hospital, Yeerles Hernández, explicó que culminó "la primera etapa del tratamiento" de Alvarenga y reiteró que se le diagnosticó "talasofobia, es decir, miedo al mar".
"Por tal razón, no sería conveniente desde el punto de vista de su salud mental que regresara al mar por el momento", puntualizó.
El jefe de la unidad de salud mental del hospital, Ángel Sermeño, apuntó que Alvarenga continuará en tratamiento psiquiátrico, debido al "estrés post trauma" que sufre, así como en fisioterapia, y reafirmó que el alta médica sólo es "una etapa" de ese proceso.
Al darle el alta se busca "que él empiece a tener contacto con su familia y con la sociedad", añadió el psiquiatra, quien remarcó que la condición de Alvarenga es "estable".
Alvarenga estuvo a la deriva en el Pacífico desde finales de 2012, cuando salió de México a pescar y una tormenta cambió el rumbo de su embarcación, de siete metros de eslora, en la que viajaba con un compañero pescador mexicano.
Según el relato inicial de Alvarenga en Islas Marshall, el mexicano murió meses después, mientras que él sobrevivió al beber la sangre de tortugas cuando le faltaba agua de lluvia y comer esos quelonios, aves y peces que atrapaba con las manos.
Las autoridades médicas salvadoreñas aseguraron este martes que la historia de Alvarenga tiene respaldo, no sólo porque la empresa mexicana de pesca para la que trabajaba reportó su desaparición en 2012, sino por otras razones.
"Tenemos indicios de que la historia es real", afirmó el director del hospital de Santa Tecla, quien refirió que un estudio de la Universidad de Hawai "da evidencia (del rumbo) de las corrientes marinas y los vientos de esa época".
Hernández también aseveró que Alvarenga muestra efectos de "la deshidratación prolongada que él tuvo" e insistió en "el testimonio de él, que es muy creíble", aunque no dio detalles de este.
La ministra Rodríguez también avaló "la veracidad de lo que él (Alvarenga) cuenta".
EFE
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