Cruz Roja destacó que el número de atendidos por los servicios médicos por intoxicación alcohólica sufrió una pequeña disminución con respecto a ediciones anteriores.
La tradicional Oktoberfest de Múnich fue clausurada ayer tras dos semanas de actividad durante las cuales 6,4 millones de visitantes de todo el mundo consumieron hasta 6,7 millones de litros, según datos aportados por Dieter Reiter, jefe de la Oktoberfest.
Por otra parte, según explicó Cruz Roja, el número de atendidos por los servicios médicos por intoxicación alcohólica sufrió una pequeña disminución con respecto a ediciones anteriores.
Hasta 638 visitantes necesitaron de supervisión sanitaria debido a intoxicaciones etílicas, lo cual supone un descenso frente a 2011 cuando por esta causa fueron tratadas 70 personas más.
En 2012 parte de la pradera donde se realiza la Oktoberfest estuvo ocupada por una feria agraria que limitó el aforo de visitantes.
Cruz Roja atendió en estas dos semanas a 7.551 personas, un veinte por ciento menos que en 2011.
"Fue una Oktoberfest normal, de hecho casi se podría decir que una tranquila", dijo Peter Behrbohm, portavoz de Cruz Roja.
EFE
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