Escenario tendrá una cortina de cristales de Swarovski de 18 metros de alto por 30 de ancho, plataformas giratorias y pantallas LED que hará emerger a estrellas de cine
La Academia de Hollywood reveló hoy el diseño del escenario del Teatro Kodak para la 82 edición de entrega de los Óscar, que será más dinámica y evocará el "glamour" con la idea de que los presentadores emerjan de sus películas.
El arquitecto David Rockwell será por segundo año consecutivo el responsable de la puesta en escena de la ceremonia, que volverá a contar, al igual que en 2009, con una cortina de cristales de Swarovski, con 18 metros de alto por 30 de ancho, para vestir la parte superior del decorado.
En esta ocasión, Rockwell abandonará los colores oscuros que dominaron la última gala y los sustituirá por el blanco y un juego de espejos para crear luminosidad y profundidad.
"Una de las partes que más me gustan personalmente es el suelo blanco que va a rotar y girar y eso va a permitir que la cámara se mueva mientras los presentadores aparecen. Servirá para hacer una transición que creo que será muy sorprendente", aseguró el arquitecto, quien insistió en que la ceremonia será más ágil.
"El elemento más novedoso es que será un escenario dinámico, por lo que podremos movernos de una localización a otra rápidamente", explicó el creador, que mostró hoy en el teatro Kodak en Hollywood una maqueta del futuro escenario, en el que habrá tres puntos diferentes de atención.
"La idea es que el escenario cree la sensación de que la gente emerge de las películas, por lo que contaremos con tres cilindros equipados con una pantalla LED en la que se verán imágenes de filmes y detrás de las que aparecerán los presentadores", indicó.
Rockwell se mostró muy satisfecho de poder repetir como diseñador de la escenografía de los Óscar para continuar desarrollando las ideas que puso en marcha en 2009.
En esta edición volverá a situar a la audiencia del teatro próxima al escenario, lo que en su opinión fue "el factor más exitoso del año pasado".
La 82 edición de entrega de los Óscar se celebrará el 7 de marzo en Los Ángeles.
EFE
El arquitecto David Rockwell será por segundo año consecutivo el responsable de la puesta en escena de la ceremonia, que volverá a contar, al igual que en 2009, con una cortina de cristales de Swarovski, con 18 metros de alto por 30 de ancho, para vestir la parte superior del decorado.
En esta ocasión, Rockwell abandonará los colores oscuros que dominaron la última gala y los sustituirá por el blanco y un juego de espejos para crear luminosidad y profundidad.
"Una de las partes que más me gustan personalmente es el suelo blanco que va a rotar y girar y eso va a permitir que la cámara se mueva mientras los presentadores aparecen. Servirá para hacer una transición que creo que será muy sorprendente", aseguró el arquitecto, quien insistió en que la ceremonia será más ágil.
"El elemento más novedoso es que será un escenario dinámico, por lo que podremos movernos de una localización a otra rápidamente", explicó el creador, que mostró hoy en el teatro Kodak en Hollywood una maqueta del futuro escenario, en el que habrá tres puntos diferentes de atención.
"La idea es que el escenario cree la sensación de que la gente emerge de las películas, por lo que contaremos con tres cilindros equipados con una pantalla LED en la que se verán imágenes de filmes y detrás de las que aparecerán los presentadores", indicó.
Rockwell se mostró muy satisfecho de poder repetir como diseñador de la escenografía de los Óscar para continuar desarrollando las ideas que puso en marcha en 2009.
En esta edición volverá a situar a la audiencia del teatro próxima al escenario, lo que en su opinión fue "el factor más exitoso del año pasado".
La 82 edición de entrega de los Óscar se celebrará el 7 de marzo en Los Ángeles.
EFE
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