El expresidente chileno habló también de la desaceleración de la economía de su país. Subrayó que la situación actual no se puede atribuir al escenario financiero internacional ni a la herencia de la administración anterior.
El expresidente chileno Sebastián Piñera (2010-2014) afirmó este lunes que el Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet debería aprender a escuchar y no descalificar, después de que varios ministros le respondieran con dureza algunas de sus declaraciones en las que criticó al Ejecutivo.
"El Gobierno en vez de enviar a cinco ministros a descalificar, debería aprender a escuchar y sobretodo a tomar medidas para recuperar nuestra economía y no perjudicar a la clase media, a nuestras pymes (pequeñas y medianas empresas) y empredendedores. Eso es lo que yo espero de un Gobierno que piensa en Chile", dijo Piñera.
En una reunión con Amplitud, una organización que pretende representar a la derecha más liberal en el país y que mantiene cercanía con el exmandatario, Piñera insistió en sus críticas a los seis primeros meses del Gobierno de Bachelet.
Antes de participar en un asado, aseguró que "la economía y los empleos se están destruyendo. Cuando la inversión está cayendo el país no va por buen camino", aseveró.
Dijo que un expresidente "tiene el derecho y el deber de levantar su voz y expresar su opinión", en respuesta a las declaraciones realizadas en su contra por ministros del actual Gobierno.
El pasado 21 de agosto, Piñera sostuvo en una conferencia que las principales reformas de Bachelet, como los cambios en la educación y al sistema tributario, tienen "algunos elementos que deben ser revisados y ojalá corregidos" porque, en su opinión, "no apuntan en la dirección correcta".
El exmandatario sostuvo que algunos analistas han avisado que la reforma tributaria le puede costar al país dos puntos del producto interno bruto (PIB), lo que equivale a unos 12.000 millones de dólares en los cuatro años de mandato, un monto superior a los 8.300 millones de dólares que el Gobierno espera recaudar.
Piñera habló también de la desaceleración de la economía chilena, que este año crecerá menos de lo esperado, y subrayó que la situación actual no se puede atribuir al escenario financiero internacional ni a la herencia de la administración anterior.
"Hay que recuperar el dinamismo, la confianza, la expectativa de la sociedad civil, de los empresarios, que se ha resentido mucho. Y para eso sin duda hay que recuperar una mayor sensatez, moderación en la forma de implementar las reformas", apuntó.
El más duro en las respuestas hacia Piñera fue el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo quien acusó al exmandatario de derecha de haber destruido las instituciones chilenas.
"Yo le pediría a un presidente que dejó la economía a la baja, que destruyó la salud pública, que no cumplió en nada su agenda antidelincuencia, un presidente que destruyó las instituciones, que tenga tino y prudencia (en sus declaraciones)", enfatizó.
En declaraciones a los periodistas el jefe de la cartera del Interior dijo con cierta ironía: "recordemos el caso de Impuestos Internos; la encuesta Casen, cuyos resultados fueron cuestionados, "el mejor Censo de la historia", donde un 25 % de los chilenos no fue censado, y un presidente que definió a la educación como un bien de consumo".
Peñailillo también le pidió a Piñera que "no se deje llevar por la ansiedad de candidato presidencial".
"Yo creo que todos los chilenos esperan de un expresidente que se comporte como tal y que eso esté por sobre su comportamiento como precandidato presidencial (para el 2017)", enfatizó.
EFE
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