Desde la clandestinidad, Carlos Timaná deslindó responsabilidades de su fuga a la policía y culpó de todo al personal del INPE.
Carlos Timaná, uno de los cinco avezados delincuentes que fugaron de la carceleta del penal de Lurigancho el pasado 12 de junio, habló desde la clandestinidad, dando su versión de lo que ocurrió esa mañana.
Dijo que todos salieron del penal de Piedras Gordas ya con los ternos vestidos, y con la herramienta que usaron para forzar una salida, dentro del expediente.
"Nadie salió ni se cambió, yo estaba vestido en terno. Mi compañero Giancarlo salió vestido como si fuera un secretario de justicia y los otros muchachos salieron con ropa de vestir, el único que estaba en terno era yo", dijo a través de una llamada a América Televisión.
Confesó que la fuga se planeó hace cinco meses, que la herramienta principal que usaron fue la llave de un grifo para incendios del interior del penal de Piedras Gordas. "Es una herramienta de nacionalidad argentina que nadie la trajo del exterior. Desde el penal de Piedras Gordas salimos con esa herramienta sin ser revisados por el INPE.
Versión que contrasta con las imágenes del penal en la que se ve que los agentes del INPE sí revisan y esposan a los reos antes de ser trasladados.
Dijo además que nadie trepó la pared, que caminaron por donde habían miembros de seguridad y salieron por la puerta principal donde ya los esperaban carros para huir con rumbo desconocido. Finalmente advirtió que ya se encuentran lejos de Lima.
Desde un lugar desconocido, esta es la versión de Timaná acerca de la fuga más escandalosa de los últimos tiempos en la justicia peruana.
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