Santa Rosa de Lima, la patrona de todos

Es conocido que los milagros atribuidos a Isabel Flores de Oliva o también llamada Santa Rosa de Lima y su arraigada devoción han trascendido fronteras. Pero, cómo entender el hecho de que la primera santa de América haya adquirido el título de patrona de un país situado a más de 18 mil kilómetros del Perú o que incluso allí exista una ciudad y un municipio que lleven su nombre, en su honor.

Al igual que en el Perú, en Filipinas se comparte la misma fe por Santa Rosa. Según relata Raúl Diez Canseco, ex cónsul general honorario de Filipinas, este fervor obedece a que durante la Segunda Guerra Mundial, y bajo una inminente invasión japonesa, la imagen de la santa limeña se apareció ante los pobladores antes de que estos decidieran ponerse a buen recaudo.

“En un pueblo, Bucol, que fue invadido por los japoneses, se dice que la población corrió a refugiarse guiado por una figura, un manto blanco y negro, a la postre Santa Rosa de Lima, los guió hacia un convento donde se encerraron adentro y por más que hicieron todo por entrar al convento, fue imposible, no lo lograron y ahí esa devoción tan grande que tiene Filipinas”, indicó Diez Canseco. 

Tras este milagro, el pueblo filipino de Bucol fue rebautizado como Santa Rosa, y hasta un municipio en la provincia de Nueva Écija lleva nombre de la santa en su honor.

Y ¿qué relación tiene Santa Rosa de Lima con la Policía Nacional del Perú? Esta institución la proclamó como su patrona en 1989 y le entregó de manera póstuma la banda honorífica de Generala de la Policía Nacional. 

Según el coronel PNP Gabriel Calderón, historiador de la Policía Nacional del Perú, la devoción en la institución se da por el padre de Santa Rosa, quien trabajó como arcabucero de la guardia del virrey.

"Esta fuerza, que tiene algo de seguridad del Estado como también fuerza pública, que es la Guardia de Alabarderos, es en el cuerpo en donde prestó servicios el padre de Santa Rosa de Lima como arcabucero y podríamos decir que hubo, temporalmente, en Gaspar Flores de Oliva el ejercicio también de la función policial. Entonces, estos dos caminos más o menos han permitido construir una relación en la que, evidentemente, la santa limeña es para nosotros inspiración porque todos sabemos precisamente su profunda vocación de servicio", afirmó.

Un dato interesante es que desde 1955, cada 30 de agosto, se celebra en el Perú el Día de la Enfermera Peruana, pues Isabel Flores de Oliva, en vida, fue una mujer dedicada al cuidado de los enfermos, con lo que demostró su alta vocación de servicio al prójimo. Así lo detalla la doctora Josefa Vásquez, decana del Colegio de Enfermeros del Perú.

Al respecto, manifestó que "todos lo recordamos, todo el esfuerzo que ella hizo, incluso donó parte de su casa para cuidar a los enfermos. Entonces, por eso, básicamente, dado que enfermería es una profesión de servicio, es que en ese entonces le solicitaron al Papa Pío XII y fue a raíz por eso de 1955, que se instala también en el Perú el Día de la Enfermera Peruana”.

A más de 400 años de su muerte, Santa Rosa de Lima sigue siendo motivo de devoción para muchos y también un misterio para otros. Sus milagros y ejemplo de vida han logrado unir no solo a distintos pueblos, sino también naciones que la recuerdan cada 30 de agosto, con vocación de servicio y amor a Dios.