Tras la explosión de una mina, un grupo 30 combatientes del Nuevo Ejército del Pueblo abrió fuego contra los policías causando la muerte a siete de ellos e hiriendo a otros siete.
Al menos siete policías filipinos han muerto y otros siete resultado heridos este lunes en una emboscada tendida por un grupo de rebeldes comunistas en el norte de Filipinas, informan los medios locales.
Una mina para vehículos explotó al paso de una brigada de las Fuerzas de Acción Especial del cuerpo policial filipino por una carretera cercana a la ciudad de Barangay, en la provincia septentrional de Cagayan, en la isla de Luzón.
Tras la explosión, un grupo 30 combatientes del Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) abrió fuego contra los policías causando la muerte a siete de ellos e hiriendo a otros siete, declaró a los medios el portavoz de la policía de Cagayan, Cesar Orlanes.
El ataque ocurrió casi un mes después de que el Gobierno filipino diera por suspendidas las conversaciones de paz iniciadas en 2011 con la guerrilla comunista, una de las insurgencias más veteranas de Asia, ante la negativa de los rebeldes a declarar un alto el fuego.
El Nuevo Ejército del Pueblo, el brazo armado del ilegal Partido Comunista, cuenta con unos 6.000 combatientes y lleva 44 años de lucha armada en un conflicto que ha causado cerca de 30.000 muertos.
EFE
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